Lazarillo
Leemos hoy que la Policía Minicipal de Madrid ha abierto un expediente a los tres agentes denunciados por amenazas graves en el chat en el que también se deseó la muerte
de la alcaldesa de Madrid, Manuela Carmena. La investigación interna ha
revelado que estos policías han cometido "faltas muy graves", así que
se les suspende de funciones y se les retira temporalmente el arma
reglamentaria y la placa. Según informa el
Ayuntamiento, los policías también tendrán prohibido el acceso a
cualquier base de datos policial y corporativa del Ayuntamiento de
Madrid. Estas medidas estarán vigentes mientras dure la
investigación interna contra ellos tras publicar eldiario.es el
contenido del chat en el que había amenazas, apología del fascismo y
comentarios racistas. El Ayuntamiento señala que el proceso penal abierto tras
la denuncia prevalece sobre el disciplinario. Así, la resolución
definitiva de este expediente tendrá que esperar a una eventual
sentencia. El juez aún no ha decidido si admite a trámite la denuncia y
está pendiente de tomar declaración a los tres agentes.
Este Lazarillo quiere tener muy en cuenta y valorar como se merece por su profesionalidad y generosidad al agente que presentó la
correspondiente denuncia contra quienes de ese modo hicieron explícita y
pública manifiestación de odio, racismo y fascismo. Sin su valiente
decisión tendríamos patrullando por las calles de Madrid a unos
funcionarios indignos de prestar las labores de seguridad y preservación
de la convivencia ciudadana que les corresponde. Tengo entendido que este agente está de baja y tiene escolta policial, y que ha seguido sufriendo nuevas amenazas de sus compañeros por
denunciar el contenido del chat, pensado inicialmente para tratar
reivindicaciones laborales. Aunque resulte obvio decirlo, no está de más hacerlo en estas circusntancia: Cuidemos a este agente. Su dignidad y su valor -en todo los sentidos- lo merecen.
DdA, XIV/3699
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