Quienes para legitimarse
enarbolan con vehemencia el Estado de Derecho un día sí y otro también, y
han convertido en su estandarte la Constitución, son los primeros que
deberían abandonar el barco una vez se confirme que nos han robado a
todos.
Fernando de Silva
Como en nuestro país somos monotemáticos, y demostramos una absoluta incapacidad para compartir como noticias principales dos asuntos de primer nivel, nos hemos olvidado de que el primer juicio por el caso Gürtel continúa celebrándose, hasta el punto de que en muchos medios escritos se ha convertido en un hecho irrelevante, que solo puede seguirse en páginas interiores. El Partido Popular está encantado con ello, y las mentes corruptas de sus principales dirigentes se dedican en exclusiva a impedir los desmanes de los independentistas, para hacernos olvidar que los suyos se están ahora juzgando.
En
el día de ayer declaró en la Audiencia Nacional un perito nombrado por
la Agencia Tributaria, que afirmó tajantemente que la campaña electoral
de las municipales del 2003 se financió en Madrid, al menos en parte, de
forma ilegal con dinero procedente de las empresas de la Gürtel. Para
quienes no conozcan los interiores de la administración de justicia
podría pensarse que es la opinión de un perito más, que puede ser
cuestionada por peritos de la defensa, y que por ello no es en modo
alguna definitiva. Pero quienes piensen así se equivocan, ya puede
convertirse en la clave para una sentencia condenatoria.
Me
explico, durante la investigación de un caso por corrupción, en la fase
instructora los jueces se pueden encontrar con informes técnicos de
una y otra parte, en muchos casos difíciles de asimilar para quienes han
estudiado por letras, y contradictorios entre sí, que pueden convertir
las actuaciones penales en un mar de dudas, de las que habitualmente se
benefician los culpables alegando el derecho constitucional de la
presunción de inocencia y el principio jurisprudencial del "in dubio pro
reo", por lo que en caso de duda muchos culpables consiguen obtener una
sentencia absolutoria.
Pero
en los últimos años, en las diligencias penales por delitos económicos,
y lo son muchos casos de corrupción, los jueces que instruyen las
causas acuden a la Agencia Tributaria para el nombramiento de peritos
dotados de la suficiente imparcialidad, que habitualmente son gente muy
preparada y profesional, y que transmiten absoluta credibilidad durante
la emisión y ratificación de sus dictámenes, hasta el punto de que son
muy tenidos en cuenta por los jueces y tribunales a los que les
corresponde juzgar.
Por
ello el dictamen del perito de la Agencia Tributaria en el caso Gürtel,
ratificado en el día de ayer en la Audiencia Nacional, puede ser
determinante y decisivo para reflejar en una sentencia una verdad de la
que ya nadie casi duda, como es el hecho de que el PP se ha venido
financiando de modo ilegal, por lo que sus dirigentes deberían quedar
inhabilitados para seguir gobernando nuestro país, aunque sean las urnas
las que deberán emitir el veredicto final. Quienes para legitimarse
enarbolan con vehemencia el Estado de Derecho un día sí y otro también, y
han convertido en su estandarte la Constitución, son los primeros que
deberían abandonar el barco una vez se confirme que nos han robado a
todos con artimañas impropias de la mínima honestidad que debería
exigirse a un político que se precie de tal. Así son las reglas de la
democracia, y de la decencia.
DdA, XIV/3639
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