Jaime Richart
No sé dan cuenta los políticos de las otras formaciones
ni los periodistas afines a ellas, que son casi todos, de un detalle
fundamental para entender lo que está pasando desde que Podemos irrumpió en escena...Y no se dan cuenta, unos porque son unos necios, y otros
porque si tuviesen en cuenta lo que voy a decir, se complicarían mucho la
permanente y monótona manera de interpretar ellos los acontecimientos
sociopolíticos de un par de años a esta parte, tan acostumbrados al tópico
están...Y lo que hay que decir es:
1º- que Podemos
(con independencia de que algunos o muchos de los que forman parte del partido
hayan visto la oportunidad de su vida para hacer su carrera o medio de vida) no
es un partido con vocación de permanencia.
2º- que el 15M lanzó desde su plataforma a Podemos como un partido político de emergencia y para la situación
de emergencia nacional que dura hasta ahora y que se ha ido agravando desde
entonces hasta ayer.
3º- que la acción política no tiene que desarrollarse
necesariamente conforme al formato, protocolo y claves diseñados por el
bipartidismo, más allá de la conveniencia de respetar, aunque sea con
desagrado, las fórmulas e interpretación del reglamento de la Cámara y otras normas
constitucionales y reglamentarias que de momento es oportuno respetar por
meras razones de moderación y sensatez.
4º- que Podemos
no llegó al escenario de esta farsa democrática con otro objetivo que
desalojar pacíficamente del poder institucional al gobierno; un gobierno
configurado por un partido votado mayoritariamente, pero mayoría en buena
medida lograda con maniobras sospechosas y financiación ilegal de las
campaña electorales.
5º- que los tiempos medidos por quienes no tienen prisa
porque analizando y discutiendo sin poner fin al pasatiempo les va bien, nada
tienen que ver con los tiempos estimados por Podemos, por quienes les siguen y les han votado y por quienes
tenemos una edad que explica por sí misma nuestra impaciencia por ver a un país
políticamente saneado.
6º- que Podemos
y cuantos estamos detrás tenemos sobrada desconfianza en un partido socialista
que ha ido defraudando progresivamente a sus votantes originarios desde el
principio del presente régimen; que desconfiamos, porque la deriva de su
acción política, legislatura tras legislatura, le iba alejando de sus
postulados fundacionales, e iban confirmando el incumplimiento de promesas y
propósitos proclamados por los líderes del partido.
7º- que esa desconfianza, unida a la urgencia de solución
que requiere este país, han sido determinantes para comprender decisiones de
los dirigentes de Podemos, obligados
a una manifiesta cautela en las negociaciones que ha debido afrontar con el
partido socialista y especialmente con su renovado secretario general, tanto
antes de su defenestración como ahora tras su renombramiento.
8º- que la moción de censura registrada por Podemos obedece a la urgencia sentida
por el partido y por cuantos le siguen, y probablemente por muchos otros
millones que viven semiparalizados por los escándalos que no cesan y por la
perplejidad.
9º- que, en consecuencia, el ofrecimiento de Podemos al nuevo secretario del partido
socialdemócrata para que formule su propia moción de censura, en cuyo caso
retiraría la suya, responde a la estrategia general de imprimir la urgencia
de solución necesaria para todas estas gravísimas cuestiones. Urgencia que
ha sido diagnosticada por Podemos, habida cuenta que el partido del gobierno
y los gobernantes felones llevan camino de consolidar con malas artes su posición
institucional, incluso a través de la gran coalición que los viejos y
desfigurados socialistas del partido propugnan y por la que vienen batallando
para blindar sus intereses en todos los ámbitos, incluids el de la cómoda
alternancia. Y todo ello mientras millones de españoles enferman sin la
debida asistencia o mueren sin acariciar el menor atisbo de solución a su
futuro, al de sus hijos y al de sus nietos...
DdA, XIV/3543
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