sábado, 24 de diciembre de 2016

FRANCO MATÓ A MI PADRE


Nací y viví en Salamanca hasta terminar mis estudios.
Disfruté de alegrías y padecí sufrimientos. Aquellas quedan en el desván de los recuerdos; pero los sufrimientos se hacen dolorosamente presentes cada vez que vuelvo a mi patria chica y me enfrento, en mi querida y hermosa Plaza Mayor, con ese maldito medallón del dictador. Entre sus criminales responsabilidades se han de contar los fusilamientos de mi padre Hipólito Jesús Froufe Espinazo y su hijo y hermano mío Agustín Froufe Carlos, el encarcelamiento, fuga y desaparición de mi otro hermano Jesús Reyes, más los veinte años de cárcel de mi hermano Aníbal, el exilio en Francia del Mayor de los hermanos, Juan Manuel, y condena y encarcelamiento de otros entre los que me cuento.
Es muy cruel que después de tantos años de dictadura y democracia tengamos que seguir soportando con dura constancia semejante afrenta a los que padecimos su persecución.
Tengo noventa años. ¿Tendré aun la oportunidad de darme un paseo por la Plaza relajado y sin el sobresalto de maldecir esa efigie del dictador?

Luis Froufe Carlos DNI 07571723

La Crónica de Salamanca, Dda, XIII/3421

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