Salamanca blinda el medallón de Francisco Franco
en el 41 aniversario de la muerte del dictador, escuchamos ayer en la SER. El Ayuntamiento ha
decidido cubrir con una vitrina el medallón de la Plaza Mayor para
evitar el daño que pudiera provocar sobre la piedra la pintura que suele arrojarse cada año con motivo de esta fecha. Hasta el día de hoy, el medallón había sido protegido con una especie de envasado al vacio, según se aprecia en la segunda fotografía.
Sin embargo, el equipo municipal ha decidido reforzar la protección
señalando que el ágora es Patrimonio de la Humanidad y que debe contar
con una protección especial independientemente de la persona que
represente el medallón en cuestión., tal y como informa la Cadena Ser. El Ayuntamiento de Salamanca se ha negado
a aplicar la Ley de Memoria Histórica y una condena judicial refleja
esta condición de insumiso del Consistorio. El Ayuntamiento debe
consultar a Patrimonio si debe quitar el medallón o no, pero el
equipo de gobierno del Partido Popular+Ciudadanos no ha realizado aún la consulta. Falta saber el precio de la protección verificada este año, costeado con los impuestos de todos los ciudadanos
Félix Población
Coincidiendo con las
fechas previas y posteriores al día de la muerte del dictador (20N de
1975), el Ayuntamiento de Salamanca -que sigue teniendo a Francisco
Franco como alcalde de honor y medalla de oro de la ciudad- preserva
todos los años la efigie del general felón con un plástico -al modo de
los envases al vacío que se aplican sobre el sabroso jamón ibérico
propio de aquella tierra-, con objeto de que el medallón situado en las
arcadas de la Plaza Mayor de la ciudad no sufra vandálicas profanaciones.
El Ayuntamiento de
Salamanca está gobernado desde hace casi dos decenios por el Partido
Popular, que en repetidas ocasiones se ha negado no solo a eliminar la
efigie del extinto caudillo, sino a privarle de sus títulos honorarios.
Con ello sigue vulnerando, seis años después de ser aprobada, la Ley de
Memoria Histórica, memoria cuyo Centro Documental tiene por ubicación la
ciudad de Salamanca, con un magnífico edificio recientemente restaurado
para tal fin y sobre cuyo destino nada sabemos, si bien tememos que al
actual Gobierno del PP no le interese demasiado.
La oportunidad quiso que el avezado fotógrafo Victorino García Calderón estuviera allí en el momento en que unos ciudadanos colocaron, en la tarde del 20 N, la pancarta que reza Sabotaje real. El
extinto caudillo está ahí en calidad de jefe de Estado, como están
representados en la misma plaza todos los que lo fueron en la historia
de España. Eso alegan quienes defienden su permanencia. Olvidan que
Franco llegó a la jefatura del Estado gracias a una guerra brutal que él
mismo promovió con su rebelión, a la que siguió una no menos brutal
represión. Para su victoria en la primera contó como aliados con Hitler y
Mussolini, que también fueron jefes de Estado, pero que por su
condición de dictadores no cuentan con ningún tipo de representación o
título honorífico en sus respectivos países.
¿Acaso mientras Salamanca esté gobernada por el Partido Popular se va
a tener que envasar todos los años al vacío esa imagen, que vulnera la Ley de Memoria Histórica, para preservarla
de supuestos actos vandálicos que obligarían a su restauración, como ya ocurriera
una vez? ¿O es que con ese envasado se la pretende mantener fresca?
DdA, XIII/3391
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