Félix Población
Uno de los periódicos que dependen de la empresa del Midas de la prensa regional,
Francisco Javier Moll, Prensa Ibérica, acaba de rechazar uno de mis artículos,
que previamente había publicado en otros medios. Me refiero al que firmé en
defensa de mis compañeros Ignacio Escolar, Fernando Berlín y Manuel Rico, despedidos como
colaboradores de la cadena SER por discrepancias, al parecer, con la línea
editorial de esa emisora. La directora del diario de Moll alegó que la crítica, por ser
muy puntual, no interesaba al público, como si constreñir de ese modo la
libertad de expresión en un medio supuestamente plural no fuera un asunto
social capital en una democracia.
La razón esgrimida es tan falaz como torpe. Tal como manifestaron tanto
Berlín como Rico en sus respectivos artículos aclaratorios sobre sus despidos, me
preocupa y entristece que mi colaboración haya sido rechazada. Hubiera preferido la sinceridad a la hora de explicar el motivo por parte de la directora. Esa sinceridad posiblemente esté más cerca del bocado de publicidad que la SER pueda
darle a ese periódico en la ciudad donde se publica, mucho más lucrativo en tiempos de crisis de facturación que la defensa de unos profesionales reputados a los que se les despide por ejercer su derecho a mantener un criterio propio.
Si esa defensa se hizo, además, con total desinterés y sin remuneración alguna -más como ejercicio de nostalgia o simpatía por haber dirigido hace tiempo ese diario, como es mi caso-, estarán conmigo en el desprecio que para el oficio supone no sólo no reconocer y valorar esa colaboración espontánea, sino eliminarla cuando -como ha ocurrido- su razón obedece al derecho a libertad y pluraridad de opinión en cualquier medio informativo que se precie. Esta razón no la entienden ni en la SER ni en el periódico en cuestión.
LOS
NUEVOS TIEMPOS DE LA SER *
El pasado mes de
abril, Ignacio Escolar fue despedido de la SER por Juan Luis
Cebrián, luego de que ElDiario.es
-medio que dirige Escolar- vinculara al todopoderoso jefe de
PRISA con los Papeles de Panamá. El periodista formaba parte
de las tertulias de la emisora desde 2006, casi al tiempo de
ser director/fundador del diario Público.
Fernando Berlín,
director de Radiocable.com
y presentador del magnífico programa matinal La Cafetera,
ha sido también despedido recientemente de la SER, tal como
nos informó él mismo. Llevaba 18 años como tertuliano de la
emisora y el periodista sólo dijo en principio en su cuenta de
Twitter que la decisión respondió a motivos editoriales.
Berlín reservó
las explicaciones oportunas para el pasado lunes en La Cafetera,
con lo que prestó más expectación a su programa de la que casi
a diario suele tener para su fiel y creciente audiencia. Fue
minucioso al hacerlo y lo contó sin acritud y con cariño hacia
la empresa en la que se inició a los veinte años junto a Iñaki
Gabilondo. Resulta obvio decir que tanto Escolar como Berlín
son dos excelentes profesionales, por lo que cabe augurar a la
SER -a la vista de estos despidos y los tertulianos que los
sustituyen o le van quedando- un porvenir similar al de su
hermano impreso El
País, en ruta franca hacia el desprestigio.
Es de recordar
que Radioclabe.com
nació muy modestamente en un domicilio privado en 1997 y se ha
convertido a lo largo de estos casi veinte años en un
magnífico y respetado medio de comunicación gracias a la
profesionalidad e inteligencia de su director. Otro periodismo
está siendo posible, mientras la conformidad de la decadencia
y el estigma de la mediocridad se abaten sobre el viejo.
«Sabíamos que no iban a ser tiempos fáciles», escribió Berlín en
ese mismo tuit donde comunicó su despido, al que días después
siguió el de Manuel Rico, director de InfoLibre
¿De ese modo va a contar la SER los nuevos tiempos que el
reciente eslogan emitido por esa emisora invita a escuchar? Como
a Rico y a Berlín, me apena y preocupa esa posibilidad.
*Ampliación del que salió publicado en Diario del Aire y otros medios (Periodistas en Español, La Voz de Asturias, Público), con el añadido del caso Manuel Rico.
DdA, XIII/3358
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