La información de Atlántica XXII, elaborada y firmada por el periodista
Carlos Mier, se titulaba Unas cajas de sidra y un oportuno resbalón,
incluía la reproducción de varios documentos y era además mucho más
completa que la que ofrece el aludido semanario nacional. En la portada de aquel
número de la revista asturiana de información y pensamiento había una referencia al tema con el titular
“El insólito accidente de Villa”. Mier también incide en que, además de
conseguir en los años noventa con un falso accidente la pensión máxima
de por vida, exenta de pagar impuestos, de 2.596 euros al mes, Fernández
Villa se jubiló en Hunosa con una categoría laboral que no le
correspondía, la de vigilante. El escándalo es mayor si se tiene en
cuenta que el que fuera máximo dirigente del SOMA-UGT y del PSOE en
Asturias estaba liberado sindicalmente.
Reproducimos a continuación aquel reportaje de Carlos Mier, teniendo
en cuenta que incontables medios atribuyen a uno nacional (Interviú) y a otros
redactores una exclusiva que el citado periodista publicó en Atlántica XXII hace ya 15 meses. Su artículo ya había sido volcado a esta misma web el 6
de julio de 2015, tras la salida del número 39 de la revista. Puede ser
leído en el siguiente enlace:
DdA, XIII/3338
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