sábado, 6 de febrero de 2016

PAROLE, PAROLE (3): LAS TRAMPAS DE UN FALSO DILEMA


           Antonio Aramayona
Cuántas veces nos colocan (o nos colocamos) ante un dilema (en lógica proposicional se lo suele llamar disyunción), que debemos resolver o que simplemente es una trampa. Los medios, el discurso político, la calle, las ideologías, la vida cotidiana suelen plantear muchos dilemas de esta clase.
O A o B. Me quieres o no me quieres. La bolsa o la vida. Carne o pescado, Derechas o izquierdas. Hétero, homo o bi. Madrid o Barça. O conmigo o contra mí. O yo o el caos. Voy al dentista (pero me da miedo) o me quedo en casa (pero me está doliendo mucho)…


Hay que tener mucho cuidado e ir con pies de plomo en un dilema, porque puede tener dos alternativas excluyentes (o A o B, pero no ambos: o este hombre está vivo o está muerto) o las alternativas pueden compatibilizarse entre sí (o A o B, o ambo:  no sé si ir a la montaña o a la playa –o quizá puedo hacer una escapada a ambas).
Pues bien, la mayor parte de los errores o trampas proviene de que alguien presente un dilema como excluyente, cuando en realdad no lo es. O un Gobierno del PP que garantiza sensatez, estabilidad y sentido común, o el caos de cualquier otro Gobierno donde haya radicales y/o independentistas. Se trata de un dilema falso, pues 1) hay otras alternativas y 2) el dilema mismo es falso por los rasgos que se atribuyen a una y a otra alternativa.


El presentador del dilema falso “se olvida” de otras posibles alternativas porque su objetivo es confundir y llevar únicamente el agua a su molino. Si alguien afirma que o permanecemos en el euro y sus políticas de “austeridad” o nos espera la pobreza y el hundimiento económico, “olvida” otras posibilidades. El dilema falso es propio de tramposos que gustan de argumentos burdos y zafios. Es como decir que “esto ha sido un asesinato o un suicidio”. ¿Por qué no una muerte súbita o un accidente? O “¿cómo va el enfermo, mejor o peor?”, porque puede estar igual. “O eres devoto de la Virgen del Pilar o no eres un verdadero aragonés”. Falso a todas luces. “O la coalición PP-PSOE-C’s o cualquier otra posibilidad atentará contra la unidad de España”. Obviamente, dilema falso. “O una alternativa de izquierdas, progresista y de cambio  progreso o quedarnos en la corrupción y el inmovilismo de los partidos hasta ahora gobernantes”. Falso, si no hay más matices.


En resumidas cuentas, el dilema falso, presentado como excluyente, pero que admite otras alternativas, equivale a decir “o blanco o negro”. ¡Ya está bien” ¿llevamos ya muchos siglos de gente que intenta manipular al pueblo
Muy a menudo se construye falsos dilemas excluyentes con el único fin de descalificar a un adversario y confundir a la gente. Hay que ser muy caut@ en cuanto nos encontremos planteamientos del tipo “los buenos y los malos”, “los amigos y los enemigos”, “lo blanco y lo negro” que simplifican la realidad, que más bien la ofuscan. La filosofía del término medio (no aritmético, sino el hallado desde la razón, la sensatez y la prudencia) puede venirnos a veces muy bien.


“Si las alternativas no son incompatibles, no obligan a escoger” (Damborenea). 

DdA, XII/3206

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