jueves, 25 de febrero de 2016

EL ACUERDO PSOE/CIUDADANOS O POR QUÉ LA CABRA TIRA AL MONTE

Antonio Aramayona
Puede ocurrir que cuando vemos una fotografía de nosotros mismos que no nos gusta, objetemos que en realidad no somos así y que la fotografía ha salido movida o desenfocada. Pero el algodón no engaña y la cámara fotográfica tampoco. Esas arrugas, ese rictus de la boca, esa nariz agrandada con los años, esos ojos con menos luz y fuerza que antaño muestran lo que hay, la realidad de nosotros mismos con el paso de los años. Es la identificación del principio de realidad freudiano y el principio del algodón/fotografía no engaña.
Hoy estoy leyendo ayes y quejas porque Pedro Sánchez y el Partido Socialista Obrero Español han pactado con Ciudadanos un Acuerdo para un Gobierno reformista y de progreso, como resultado de la cesión de ideas, proyectos, posiciones, tesis y señas de identidad entre uno y otro Partido, que cristaliza en las 66 páginas del antedicho Acuerdo.
El PSOE de Sánchez (hay más PSOEs a la izquierda y a la derecha del de Sánchez) ha ido a un Photomaton con Ciudadanos de Rivera y se han hecho una foto, que ayer mostraron, orgullosos, a España entera. El PSOE escogió (ahí está la foto). El PSOE acordó con C’s ese Acuerdo, y no otro (ahí está la foto). El PSOE se decidió por un “partido de progreso y reformista” con Ciudadanos (ahí está la foto), coincidiendo ambos en la nebulosa del centro (centro- derecha y centro-izquierda). Esa es la foto. A quien le guste, que la cuelgue en la pared de su cuarto; a quien no le guste, que se entere de que, de momento, eso es lo que hay, no hay otra foto real. Tocará luchar por buscar el progreso y el cambio de otra forma, con otros compañeros y por otras vías, pero el PSOE ha podido elegir otros compañeros de camino y ha elegido ese, precisamente ese (ahí está la foto).
La foto nos enseña asimismo eso de que la cabra siempre tira al monte, pues es difícil vencer la “querencia” adquirida con el paso y el peso de los años. Algunos afirman que al final siempre se tiende a volver al sitio donde uno ha nacido o a lo que ha aprendido de pequeño, pero no siempre es así. En el caso del PSOE, por ejemplo, el paso de los años ha creado también ciertas “querencias” que constituyen una rémora en la identidad originaria del Partido y una desviación/alejamiento de lo que se era, se pensaba y se hacía en sus inicios. El PSOE ha gobernado muchos años, ha ido creando y le han ido creando una enorme red de intereses, secretos, haberes/debes, pactos, componendas, chanchullos…, ha metido mucha gente en importantes instituciones nacionales e internacionales, en empresas del Íbex 35 y del mundo rico, a la vez que en sus distintos Comités directivos hay verdaderos submarinos, con un pie en un lado y el otro en sus antípodas, de los que no se sabe realmente qué son, qué piensan y a quiénes sirven verdaderamente.
La cabra tira al monte, pero en el caso del socialismo español es un monte acotado desde hace años para uso y servicio de los dueños del monte. Nada tiene, pues, de particular que entre Ciudadanos y PSOE haya nacido entre fanfarrias triunfales un ratoncillo anómalo para unos y un orgullo para otros (eso dicen, al menos, quizá con la boca pequeña), llamado “Acuerdo para un Gobierno reformista y de progreso”.
Que dejen de gritar y quejarse los críticos del Acuerdo. Podemos debe aceptar que se han casado y no lo quieren, que no hay sitio para Podemos en su cama. El Partido Popular debe dejar de una vez su careta de Tartufo, dejar de hacer como el perro del hortelano, que ni come ni deja comer. El algodón no engaña. La fotografía, tampoco. Dice Freud que el paso de la niñez regida por el Ello al hombre maduro que cada día lucha por hacerse con las riendas de la realidad es necesario para no convertirse en un ser dominado por la frustración.
Personalmente, no me gusta un pelo el Acuerdo firmado por C’s y PSOE (he leído cada una de sus 66 páginas, aunque no sea más que por tener la conciencia tranquila a la hora de criticarlo). No voy a entrar en sus propuestas (lógicas, coherentes con las “querencias” comunes de ambos Partidos). Pero es una foto tan legítima y tan democrática como cualquier otra. Enseñan la oreja, su oreja, porque así lo han acordado. Ya veremos después qué acogida tiene entre la militancia socialista y entre la ciudadanía general. Pero hoy no hay más foto que esa.
           Me temo que si prospera el Acuerdo, irá en descrédito del PSOE. Y si no prospera, tres cuartos de lo mismo. El subconsciente (como el algodón y las fotos) no engaña. Quizá por eso mismo Pedro Sánchez incurrió en su comparecencia en dos lapsus linguae patéticos y monumentales: "Vamos a ampliar y reforzar las puertas giratorias" y “derogaremos todos los recortes realizados en estos cuatro últimos años”. 
DdA, XII/3223

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