Félix Población
Ocurrió el mismo día en que se desató en Valencia, feudo bajo la administración del Partido Popular durante mucho años, una macrorredada contra la corrupción política que debería avergonzar a muchos de los ciudadanos que han votado a ese partido y aún mantienen expectativas de gobierno con él en La Moncloa. (Cabe mencionar entre esos ciudadanos al expresidente Felipe González, que anque no haya votado al PP sí se inclina por un gobierno de este partido más Ciudadanos).
A lo de ayer en Valencia se le llama Operación Taula, saldada con 24 detenciones que apuntan hacia la exalcaldesa de aquella ciudad por muchos años y hoy senadora aforada Barberá, y coincide con la citación del exvicepresidente del Gobierno Rodigo Rato por una nueva causa y la imputación del PP y su tesorera por la destrucción de los discos duros de los ordenadores del extesorero Luis Bárcenas en la sede del partido. Añádase a eso la dimisión de Federico Ramos, mano derecha de Soraya Sáenz de Santamaría, por su implicación en el caso Acuamed, que salpica también al exministro de Medio Ambiente Miguel Arias Cañete.
Decía que el mismo día en que nos enterábamos de este nuevo capítulo de las corrupciones patrias que afectan al partido del Gobierno en funciones, la recién organizada mesa del Congreso de los Diputados -llamémosla contubernio entre el Partido Popular, Ciudadanos y Partido Socialista- no quiso faltar con su pincelada propia a esa página del esperpento nacional. En ello ha tenido la máxima responsabilidad la vicepresidenta Celia Villalobos, con la connivencia del presidente López, que cobardemente se abstuvo a la hora de determinar el lugar de los partidos en el Congreso dispuesto por doña Celia.
Que Podemos haya sido mandado al gallinero, habiendo sido el tercer partido más votado en las pasadas elecciones, y que tanto Ciudadanos como los partidos nacionalistas precedan al partido morado en una localización preferente, no es un detalle baladí. Denota lo que a diario percibimos en la mayoría de los medios de comunicación y en la mayoría de la clase política largo tiempo escañada: su animadversión hacia lo que Podemos ha representado y representa en el nuevo curso de la política española. A esa oleada refrescante de gente capacitada, inteligente y capaz de promover afanes de decencia y transformación no se la va a arriconar porque se la esconda en el gallinero.
Ayer, las nuevas vetas de sucia corrupción abiertas contra el partido que aún tiene la desvergüenza de aspirar a gobernar en una nueva legislatura, han trabajado una vez más a favor de Podemos para hacer más visible la necesidad de su voz. Tenga por seguro la diputada Villabobos (lo es desde 1989) que por mucho que le conturben las rastas de alguno de los diputados de ese partido y quiera distanciarlas de su vera, ayer también ganó voz y votos el partido morado.
"Veíamos el otro lado de las cosas" José Saramago sobre el gallinero. Gracias @delRioPilar
+@Albert Rivera lava más blanco. ELDIARIO.ES
+@España, la nación más corrupta de la UE, según Transparencia Internacional
+@España, la nación más corrupta de la UE, según Transparencia Internacional
DdA, XII/3196
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