Félix Población
Ayer escuché a distintos analistas y/o todólogos, de esos
que proliferan por emisoras y platós de televisión sin que los sustituyan otros
porque al parecer tienen plaza fija en esos medios, que sería conveniente un
gobierno estable -al estilo del que preconiza don Mariano- y que para eso nada
mejor que un pacto o gran coalición entre el Partido Popular y el Partido
Socialista, con los retoques y maquillaje que sea menester.
Si eso se llegara a producir, ante las opiniones vertidas por los
santos barones del PSOE en contra de un acuerdo con Podemos e Izquierda Unida más
los que fueren, no tengo ninguna duda acerca del enojo que tal alianza causaría
entre la mayor parte de la militancia socialista. Incluso podría darse el caso
de que el partido se dividiera, con los consiguientes efectos negativos para su porvenir, que serían todo lo contrario para el partido conservador.
Porque cuando el dios González habló de la posibilidad de
esa gran coalición, al estilo alemán al que don Felipe tanto debe, parece como
si González Márquez no reparara -o le fuera indiferente- el distintivo que la
derecha española se ha venido marcando a los largo de los pasados decenios, en
nada parecido al de cualquier derecha democrática europea. La de aquí, a más de
ultramontana en la observancia de la memoria histórica, es una derecha corrupta
hasta la cachas y que -como bien saben los socialistas durante la primera legislatura
de Zapatero- atacó al gobierno del PSOE de una manera infame a
cuenta de la política antiterrorista
que, finalmente, acabó con la trayectoria criminal de ETA.
Por todo
esto, y por lo que la siglas del PSOE siguen representando para muchos
militantes, parece inconcebible que se hable de una gran coalición cuando,
además, el partido más votado ha sido durante la pasada legislatura el
responsable de una gobernación nefasta , que ha reducido drásticamente derechos
civiles y sociales como ningún otro ejecutivo había hecho a lo largo del
vigente periodo democrático.
Si eso que ayer ventilaban analistas y/o todólogos
por emisoras y platós de televisión llegara a suceder, estoy convencido de que muchos de los
votantes del PSOE se arrepentirían de su decisión y habrían incrementado los
cinco millones y pico de votos logrados por Podemos el pasado domingo. Si no lo hicieron es porque hasta ese día pensaban que PSOE y PP se diferenciaban en algo que les hacía incompatibles para gobernar juntos.
Puntos de Página
DdA, XII/3164
1 comentario:
Pppsoe y se acaba el PSOE. Es lo que quiere el PP y Ciudadanos.
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