Como no podía ser menos en quien tanto se ha caracterizado en los últimos años
en hacer testimonio presencial de su protesta, el profesor Aramayona, admirado y querido amigo, acaba de instalar su voz en un cartel contra la guerra anta la Capitanía General de la V Región Militar, en Zaragoza. Quienes compartimos igual criterio deberíamos recapacitar en la coherencia y voluntad de resistencia que actitudes como la de Antonio representan, sobre todo si se tiene en cuenta los tiempos que vivimos de mordaza creciente y democracia menguante.-Lazarillo
Antonio Aramayona
Ayer inicié mi reivindicación
incondicional de la PAZ con mi presencia ante el edificio de la antigua
Capitanía General de la V Región Militar, portando únicamente un cartel donde
se lee OTRA VEZ NO A LA GUERRA.
Otro capítulo más de una historia que ya
va por los dos años y medio. El poder recorta derechos y libertades. El
poder sanciona con todo lo que está a su
alcance en el caso de que alguien se oponga a su obra de demolición de todo
cuanto les ordenan sus amos, los dueños del dinero y las armas, los poderes
financieros, los especuladores a costa del bienestar de la humanidad. Sin
embargo, nos quedará siempre la libertad de pensar, de opinar, de expresar
convicciones e ideas. Por eso he ocupado bancos y Delegaciones de Hacienda, he
estado con los damnificados de Stop Desahucios, he estado dos años en el portal
de la Consejera de Educación y del Delegado del Gobierno de España en Aragón,
he sido detenido y fichado como cualquier delincuente, he estado en el portal
de la sede del PP en Aragón y ahora estoy ante un palacio emblemático del
Ejército español gritando mediante un sencillo cartel NO A LA GUERRA.
No digo que acuda nadie a acompañarme,
pues en tal caso seré declarado y multado otra vez como inspirador, organizador
y promotor también de cualquier reunión o concentración por la PAZ ante
Capitanía General. Por eso y solo por eso empleo la primera persona del
singular. Por otro lado, sería faltar a mis compañer@s, pues cada un@ de ell@s
es libre y responsable para acudir donde su conciencia y su libertas le dicte.
Por eso la mañana ha sido una
celebración. Nos han dicho que protestamos por todo, que defendemos a los
asesinos… y algunas barbaridades más. También otr@s nos han saludado, animado e
incluso levantado el puño. NO A LA GUERRA no deja indiferente. De hecho, rara
es la persona que pasa por allí (pasan muchas…) que no lea los carteles o se
detenga uso segundos para leerlos mejor. Primero, llegué yo. Diego estaba
esperando. Después se fue corriendo la voz y fueron viniendo: Charo, Beatriz,
Marisol, Pedro, Víctor… Toda una celebración, sí, que terminamos con el Canto a
la Libertad.
DdA, XII/3139
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