Félix Población
Desconozco
lo que hará mi estimado y admirado Emilio Lledó, premio Princesa de Asturias de
Comunicación y Humanidades en la edición de este año, cuando el viernes acuda a
Oviedo a recibir este reconocimiento público a su extraordinaria labor como
filólogo y filósofo, pero creo que la
carta que le ha dirigido la Asamblea de Trabajadores y Trabajadoras en Lucha de
Asturias debería obtener por su parte alguna respuesta. Quiere este colectivo,
sobre todo, tener la oportunidad de participarle a Lledó sus probelmas y reivindicaciones,
convencido de que el reputado humanista comparte los mismos criterios en pro de
la justicia social y la dignidad de la persona, "que nos quieren arrebatar y a
las que no renunciamos”. Se trata de trabajadores afectados en los últimos años
por una serie de despidos, ERES, privatizaciones, cierres o recortes, con un
balance global de 100.000 desempleados en la región, como consecuencia de lo
que la asamblea considera “una política
económica criminal e inhumana desarrollada por políticos corruptos para
beneficio propio y de sus socios y padrinos financieros”. Yo no sé qué hará mi
admirado Lledó, pero quiero y prefiero pensar que esa carta va a obtener una digna y lúcida respuesta -posiblemente pública- y
que será la que corresponde a la entidad y personalidad ética, intelectual y
humana de don Emilio. También me consta que no será ajeno Lledó a los gritos de
protesta que como cada año, protagonizados por ése y otros colectivos, se escucharán
en la Plaza de Escandalera, próxima al Teatro Campoamor, cuando tenga lugar la
ceremonia de entrega de los premios y que tanto molestan a quienes consideran harto peligroso que la libertad de expresión sea un conducto que llegue en vivo y en directo hasta los oídos de quienes están llamados a a resolver los problemas que afectan desde hace lustros a un sector muy numeroso de la ciudadanía: Ésta es la carta a la que mi estimado y admirado Lledó debe prestar escucha y respuesta porque su silencio sería tan doloroso como decepcionante:
"Respetado
Don Emilio:
Le
escribimos esta carta para explicarle por qué, a pesar de la admiración que
sentimos hacia algunas de las personas que reciben el premio Princesa de
Asturias, como usted, el día de la entrega de estos premios estaremos en la
Plaza de la Escandalera, frente al Teatro Campoamor, protestando por nuestra
situación laboral y por la de Asturies, con más de 100.000 parados, cierres de
empresas, ERES, privatizaciones y todo tipo de recortes, generados por una
política económica criminal e inhumana desarrollada por políticos corruptos
para beneficio propio y de sus socios y padrinos financieros.
Tanto su
trayectoria como la claridad de sus ideas, tan necesarias en estos tiempos
oscuros, nos animan a explicarle los motivos de nuestra protesta en ese día y
en ese lugar concretos.
Las
Asambleas de Trabajadores y Trabajadoras en Lucha de Asturias agrupamos a
diferentes colectivos laborales que peleamos unidos contra los efectos de
legislaciones genocidas y corruptas como la Reforma Laboral (una ley que nadie
votó, ya que no figuraba en ningún programa electoral).
Nos apoyamos
en nuestras luchas y participamos en las de otros colectivos porque entendemos
que la solidaridad y el apoyo mutuo son fundamentales, no sólo para enfrentar
esta brutal ofensiva del capitalismo depredador, sino como eje del cambio
social que es necesario y urgente en nuestro país.
Una parte
importante de nuestra actividad consiste en la denuncia de estas políticas
económicas y sociales injustas e inhumanas mediante concentraciones y
manifestaciones. Escudándose en el reconocido prestigio de premiados como
usted, alrededor de los premios Princesa de Asturias se organizan una serie de
fastos donde los beneficiados de esta estafa que llaman crisis se dan un
inmerecido baño de respetabilidad y donde al pueblo se nos reserva, como en las
viejas monarquías feudales, el papel de meros figurantes, como vasallos sin voz
que solo pueden aplaudir a sus señores, dentro de un decorado de cartón piedra
donde se pretende ocultar la realidad que a muchos nos toca vivir.
Sólo basta
repasar la lista de los miembros del Patronato de la Fundación Princesa de
Asturias para encontrar un nutrido grupo de eso que usted definió
magistralmente como “amigantes” que, con
el dinero de los trabajadores y trabajadoras, se financian una campaña de
autobombo más propia de otros tiempos y otras latitudes.
Tanto la
Delegación del Gobierno en Asturies como la Fundación Princesa de Asturias,
intentan evitar año tras año que quienes pretendemos que ese día se vea la
Asturies real, nos podamos manifestar en la plaza de la Escandalera. Por eso
hemos tenido que acudir a los tribunales en varias ocasiones para poder ejercer
nuestro legítimo derecho a la protesta.
Queremos,
Don Emilio, por medio de esta carta, darle otra visión de lo que pasa en
Asturies y de lo que significan, más allá del honor de contar con su presencia,
estas ceremonias cortesanas donde se pretende utilizar a gente como usted para
dar brillo a instituciones y personas que representan justo lo contrario que
sus ideas y su ejemplar trayectoria.
Por eso,
mientras usted estará el viernes próximo en el Campoamor, nosotros y nosotras
estaremos en la Escandalera. Nosotros y nosotras, rodeados de policías. Usted,
rodeado de amigantes, pero uno y otras compartiendo las mismas ideas acerca de
la justicia social y de la dignidad de seres humanos que nos quieren arrebatar
y a la que no renunciamos.
Precisamente,
para defender estas reivindicaciones que, modestamente, creemos que compartimos
con usted, estaremos en esa plaza frente al Teatro Campoamor el viernes que
viene, a pesar de los intentos de la
Delegación del Gobierno en Asturies y de la Fundación Princesa de Asturias para
evitarlo.También, si su agenda lo permite, nos gustaría, aprovechando su
presencia en Asturies, mantener una reunión con usted para exponerle la
situación de nuestras luchas y nuestros conflictos. Reciba, en todo caso, un
afectuoso saludo de las Asambleas de Trabajadores y Trabajadoras en Lucha de
Asturies".
DdA, XII/3111
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