Félix Población
Según una encuesta dada a conocer hoy por Eldiario.es, lo que lleva todas
las trazas de ser una gran derrota del Partido Popular en las elecciones de
diciembre va camino de cumplirse. Es más, yo diría que la encuesta es incluso
generosa con el partido en el Gobierno, porque los 16,3 puntos de rebaja con
respecto a los comicios de noviembre de 2011 pueden ser al cabo de los dos próximos
meses aún más, habida cuenta los deméritos que a medida que nos acercamos a la
fecha de las urnas viene trabajando el PP.
Ahora mismo, según la aludida
encuesta, don Mariano y los suyos se quedaría con poco más de 120 escaños,
gracias sobre todo al notable incremento de votos que lograría Ciudadanos, en
torno a un 16 por ciento, con alrededor de 6 diputados. El PSOE rodaría un 27
por ciento y Podemos apenas rebasaría el 10 por ciento, pagando posiblemente el
impacto de la amarga experiencia griega con Syriza, pues es muy probable que la
frustración del partido de Tsipras para llevar a cabo su programa tenga también
su peso en los electores españoles a la hora de decantarse por el partido de
Pablo Iglesias. También está pesando -creo- la deplorable falta de unidad de la
izquierda para que los ciudadanos proclives a esta ideología tengan claro a
estas alturas cuál será su voto.
Sin embargo, como todos pudimos comprobar el
pasado domingo con el debate entre Iglesias y Rivera en el programa de Évole,
tanto el líder de Podemos como el líder de Ciudadanos son capaces de reunir a
más de cinco millones de espectadores ante el televisor en un debate,
algo que ningún otro político en España puede conseguir actualmente. Esto puede
indicar que una parte de la población se inclina por apostar a favor de los dos
jóvenes partidos, antes que por los que han sido protagonistas hasta ahora de
la política española con unos resultados calamitosos.
No sé lo que pensarán
en la calle Ferraz de esto, pero tanto en Génova como en La Moncloa siguen
haciendo todo lo posible por no enterarse y/o mostrarse incluso desdeñosos con
el debate de Salvados. Algunos altos cargos del ejecutivo han llegado a decir
que no lo vieron o que desconocían su programación. Otros como Moragas, jefe
del gabinete de don Mariano, ha tenido la impertinencia de decir: “¡Ah!, ¿pero
fue un debate?”. Tal como afirma Luz Sanchis, de cara a la galería la consigna
ha sido despreciar la discusión por no atenerse al formato clásico de un debate
electoral. Para el Gobierno, lo de Salvados el domingo fue “un concurso” en
el que los contrincantes compitieron “para ver quién es el ayudante de Pedro
Sánchez tras el 20 de diciembre”.
¿Tan ofuscados, sonados y en declive están los gestores del PP y el gobierno que lo representa como para no advertir que Jordi Évole dio voz el pasado domingo en su programa a una parte importante de ese país que está harto de las promesas incumplidas del avejentado bipartidismo turnante y apetece -aunque pueda sufrir nuevas decepciones- que a la política se asomen nuevas caras y se escuchen nuevas voces, ajenas a los muchos años de corrupción impune que venimos soportando? La pregunta es retórica. No me cabe ninguna duda. Así, el Partido Popular no deja de hacer campaña a favor de Ciudadanos, de la que hasta se puede beneficiar el PSOE.
PS.- Una vez escrito lo anterior, como si lo ocurrido en Grecia no pesara, cabe preguntarse qué valor le queda al voto en esta Europa donde la democracia es un simulacro.
PS.- Una vez escrito lo anterior, como si lo ocurrido en Grecia no pesara, cabe preguntarse qué valor le queda al voto en esta Europa donde la democracia es un simulacro.
DdA, XII/3109
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