jueves, 3 de septiembre de 2015

TRATAN DE LLEVAR A LOS REFUGIADOS SIRIOS A UN CAMPO EN HUNGRÍA

Lazarillo

Hace ahora más o menos dos años que falleció en Hungría László Csatáry, que vivió hasta los 98 años de edad y fue uno de los militares de aquel país que más activamente colaboró con el nazismo. Se le acusó de la deportación al campo de concentración  de Auschwitz de unos 12.000 judíos. Csatáry murió en agosto de 2013 a causa de una neumonía en un hospital de Budapest. Había sido oficial en  Kosice, que entonces era territorio húngaro y no eslovaco como ahora. En la primavera de 1944, más de medio millón de judíos húngaros fueron agrupados en guetos, deportados a Auschwitz y asesinados allí. Cuando acabó la II Guerra Mundial, Csatáry fue condenado a muerte en rebeldía en 1948 en la entonces Checoslovaquia, pero ya había emigrado a Canadá con otra identidad. Allí vivió como marchante de arte hasta 1997. Ese año fue descubierto, se le retiró la nacionalidad y regresó a Hungría, a Budapest, donde vivió tranquilamente con su nombre real hasta que diario británico The Sun dio con él. En septiembre de 2011, el Centro Simon Wiesenthal ya había alertado a la fiscalía húngara del paradero del nazi y había remitido pruebas de su implicación en el Holocausto. En julio de 2012 fue detenido. Estaba en arresto domiciliario a la espera de un juicio que no llegó. Como tampoco llegó a leer Csatáry la información y las imágenes que acaba de publicar ElDiario.es y que quizá le recordaran otros engaños con los que se empezó a contar el pasado de barbarie del que fue protagonista:


Una mujer se tira a las vías del tren para protestar contra el intento de las autoridades húngaras de trasladar a cientos de refugiados a un centro de acogida/ APP - David Josek

DdA, XII/3069

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