Hace ahora más o menos dos años
que falleció en Hungría László Csatáry, que vivió hasta los 98 años de edad y
fue uno de los militares de aquel país que más activamente colaboró con el
nazismo. Se le acusó de la deportación al campo de concentración de Auschwitz de unos 12.000 judíos. Csatáry
murió en agosto de 2013 a causa de una neumonía en un hospital de Budapest. Había sido oficial en
Kosice, que entonces era territorio
húngaro y no eslovaco como ahora. En la primavera de 1944, más de medio millón
de judíos húngaros fueron agrupados en guetos, deportados a Auschwitz y
asesinados allí. Cuando acabó la II Guerra Mundial, Csatáry fue condenado a
muerte en rebeldía en 1948 en la entonces Checoslovaquia, pero ya había
emigrado a Canadá con otra identidad. Allí vivió como marchante de arte hasta
1997. Ese año fue descubierto, se le retiró la nacionalidad y regresó a
Hungría, a Budapest, donde vivió tranquilamente con su nombre real hasta que diario británico
The Sun dio con él. En septiembre de 2011, el Centro Simon Wiesenthal
ya había alertado a la fiscalía húngara del paradero del nazi y había remitido
pruebas de su implicación en el Holocausto. En
julio de 2012 fue detenido. Estaba en arresto domiciliario a la espera de
un juicio que no llegó. Como tampoco llegó a leer Csatáry la información y las imágenes
que acaba de publicar ElDiario.es y que quizá le recordaran otros engaños con los que se empezó a contar el pasado de barbarie del que fue protagonista:
DdA, XII/3069
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