Félix Población
Hoy escucho en la radio que en un bar, creo
que de Barcelona, el propietario ha optado por poner un cartel en el que
utiliza el verbo prohibir: “Prohibido hablar del tema”. El tema no puede ser
otro que el de las elecciones autonómicas del próximo domingo.
Supongo, ante
tal medida, que el dueño del local lo habrá hecho a fin de evitar refriegas dialécticas entre sus
clientes, refriegas más o menos acaloradas que pueden originar a la postre desavenencias entre los parroquianos y repercutir para mal en la caja del
establecimiento.
La coincidencia ha querido que esta noticia me llegara al día
siguiente de la refriega de banderas que ayer tuvo lugar en el balcón del Ayuntamiento
de Barcelona con motivo de la fiesta de La Mercè. Alfred Bosch (ERC) colgó una
estelada y Alberto Fernández Díaz (PPC) contraatacó de inmediato con la bandera
española, que debía tener muy a mano para responder a la provocación de Bosch.
El espectáculo fue deplorable, aunque Ada Colau lo haya calificado de anécdota. No
lo es porque, tal como la misma alcaldesa dijo, no se puede utilizar el balcón
del Ayuntamiento como plataforma electoral, dado que esa institución representa
a todos los barceloneses. Creo que Ada Colau debería por eso llamar
la atención muy seriamente a su teniente de alcalde, Gerardo Pisarello, que tan
denodadamente pretendió evitar que la bandera española se asomara al exterior,
sin hacer lo propio con la enseña catalana. Al menos, para ser coherente con
sus palabras respecto a la utilización electoralista del balcón municipal.
Un
día pasará algo y nadie tendrá la culpa. Señores políticos, me dan ustedes
mucha vergüenza ajena. Y mucho miedo. Suscribo estas palabras de Jordi Èvole
porque pienso, sobre todo, en el cartel exhibido en un bar de Barcelona.
Puntos de Página
+@La república independiente de andar por casa. Artículo de Ignacio Escolar en Eldiario.es
DdA, XII/3089
1 comentario:
Estamos volviendo a las andadas. El seny catalán se ha venido abajo.
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