Ignoro si será La
Sexta Noche, Las Mañanas de Cuatro o Al Rojo Vivo, pero es lo cierto que una de
las dos cadenas televisivas -Cuatro o la Sexta- prepara un programa de debate
en Bruselas en el que estará como eurodiputado el secretario general de
Podemos, Pablo Iglesias. Pues bien, es noticia hoy en los mentideros (Voz Pópuli) que tanto
el Partido Popular como el Partido Socialista no se muestran nada proclives a que algunos de sus dirigentes se presente ante las
cámaras para discutir con Iglesias. Esto al menos es lo que han hecho hasta
ahora, mediante sucesivos regates sin justificación alguna, el risueño González
Pons, el exministro Cañete o la exvicesecretaria socialista Elena Valenciano.
Entienden desde Ferraz y Génova que en los debates con Pablo Iglesias tienen
mucho que perder y poco o nada que ganar sus adversarios dialécticos, con lo
que reconocen al mismo tiempo los méritos que avalan el discurso del líder de
Podemos y/o dan muy poca estima a los que pueden tener los citados o cualesquiera otro. ¿Cabe
pensar por ello que Iglesias no va a disponer de contendiente para enfrentarse
a sus adversarios políticos ante las próximas elecciones por carencia de aptitudes
en sus rivales? ¿No comporta eso una miserable cobardía por parte de sus adversarios
criticarlo -en ocasiones con mucha saña- cuando no se es capaz de un cara a cara en un plató de televisión? Al parecer, al debate de Bruselas y tras muchos titubeos, asistirá por el PSOE Juan Fernando López Aguilar, sin que se sepa nada del representante del PP.
DdA, XII/3020
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