Fernando de Silva
Durante la II Guerra Mundial sufrieron la invasión de los nazis, y ahora han sacado su orgullo para demostrar que no se dejarán humillar nuevamente por Alemania, que en la práctica es la que decide en la Unión Europea, y defenderán su dignidad como seres humanos, si es preciso hasta la extenuación. Eso, y no otra cosa, es lo que han apoyado este pasado domingo los griegos votando no a unas condiciones inhumanas, que solo persiguen denigrarles hasta extremos inimaginables.
Durante la II Guerra Mundial sufrieron la invasión de los nazis, y ahora han sacado su orgullo para demostrar que no se dejarán humillar nuevamente por Alemania, que en la práctica es la que decide en la Unión Europea, y defenderán su dignidad como seres humanos, si es preciso hasta la extenuación. Eso, y no otra cosa, es lo que han apoyado este pasado domingo los griegos votando no a unas condiciones inhumanas, que solo persiguen denigrarles hasta extremos inimaginables.
El
Referéndum celebrado en Grecia ha sido un éxito de participación, que
se estima en más de un 60%, y un triunfo inequívoco de Alexis Tsipras,
que sale respaldado por su pueblo, que le agradece con su "no" el
esfuerzo que sus actuales gobernantes están llevando a cabo en defensa
de sus derechos humanos. Y supone al mismo tiempo un triunfo de la
democracia frente a las autoritarias oligarquías financieras.
La
Europa conservadora se lo ha tomado muy mal, y las primeras reacciones
así lo confirman. Porque el fracaso del "sí", es toda una derrota de sus
políticas más neoliberales y conservadoras, y un fracaso de la
austeridad como única formula para salir de la crisis. Es más, el
intento fallido de acabar con Syriza, deja abierta una puerta para que
en otros países se haga más evidente la resistencia del pueblo frente a
los sistemáticos abusos de los mercados.
Lo
curioso de toda esta historia, que ahora parece querer olvidarse, es
que los principales responsables de que la deuda pública de Grecia
alcanzase un 180% del PIB no se encuentra en el actual gobierno griego,
sino en el conservador de Nueva Democracia, al que apoyaron
públicamente Merkel y Rajoy, a pesar de ser conocedores de que
trampearon sus cuentas públicas de forma escandalosa.
Todos
querían la muerte política de Alexis Tsipras, que de rebote podría
afectar de forma muy negativa al futuro de Podemos en España; pero el
resultado del Referéndum y sus consecuencias serán muy diferentes a las
pretendidas. No será un camino de rosas, pero es evidente que quien ha
ganado la consulta aguanta y recupera protagonismo, lo que supondrá
mejorar las condiciones en la inevitable reanudación de las
conversaciones, y cada vez se ve más cerca una ineludible quita de la
deuda, que incluso ve como necesaria el propio Fondo Monetario
Internacional. Tiempo al tiempo.
Por
cierto Mariano Rajoy apostó por el "sí" y ha sufrido una estrepitosa
derrota, que se le acumula en el "debe", y tendrá sus consecuencias
negativas en las próximas elecciones generales.
DdA, XII/3020
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