Félix Población
Habría
muchos motivos de carácter deportivo para elogiar a Abelardo Fernández, entrenador
desde la temporada pasada del Sporting de Gijón. Con una situación económica
muy apurada, el histórico club de la ciudad asturiana -unido desde siempre a mi
memoria sentimental- logró el año pasado jugar la promoción de ascenso a
primera división y está en la mejores condiciones ahora, otra vez, para repetir
por lo menos esa liguilla de ascenso. Lo han hecho Abelardo y sus futbolistas
haciendo uso exclusivo de la cantera de Mareo y después de mantener al equipo
imbatido durante buena parte de la temporada.
Pues
bien, a eso valores hay que unir, por parte de Abelardo, el de ser un ciudadano
que no tiene reparo en afirmar que se siente una persona muy de izquierdas:
"Soy un hombre de izquierdas, muy de izquierdas”. Abelardo Fernández apuesta
en una entrevista difundida por la TPA por realizar un referéndum por la
independencia de Cataluña, al tiempo que critica a la iglesia católica española
por tener tanto poder y dinero, sin que haga lo suficiente por mermar la
pobreza que soporta el país.
En
un mundo que mueve tantísimo dinero como el del fútbol y se dan personajes tan
potentados y oscuros como ciertos presidentes de algunos clubes, reconforta que
alguien como Abelardo –cuya profesionalidad está fuera de toda duda- tenga la
honra y la sinceridad de expresar su indignación ante la corrupción y
reclamar una justicia que la combata con la eficiencia que falta para que la
impunidad no cunda.
Solo una vez -después de 31 jornadas y
ante los reiterados errores arbitrales sufridos por su equipo a lo largo de
esta temporada- se permitió una crítica Abelardo Fernández y la basó en esta premisa fundamental para
entender lo mejor que tuvo el fútbol y todavía hay equipos que lo mantienen: "Somos el Sporting. Nos jugamos la puta vida
cada domingo”.
Yo
lo creo, por él, por la plantilla que ha forjado y por esa
afición inquebrantable para la que el Sporting es más que un club. Nos hace mucha falta gente que ponga el
alma en lo que dice y en lo que hace, porque al país lo están llevando a pique
los desalmados.
DdA, XII/2992
1 comentario:
AUpa.
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