La gente que se esperanzó con Podemos necesita respuestas para saber qué voto dar y cuál es de verdad el valor de la palabra en Podemos.
Félix Población
Después de la última oleada de estimulante expectación que supuso la masiva convocatoria del pasado 31 de enero en las calles de Madrid, duele leer artículos como el de Juan Carlos Barba, integrante hasta ahora del círculo de Economía, Ecología y Energía de Podemos, y que confluye posiblemente con las razones por las cuales Juan Carlos Monedero ha presentado su dimisión como secretario del programa y del proceso constituyente del citado partido. Al contrario de lo que piensa o al menos ha dicho Pablo Iglesias, secretario general de Podemos, creo que la dimisión de Monedero sí va a tener su incidencia en los resultados electorales del próximo día 24. Y hasta creo también que esos resultados van a tener como enseñanza más provechosa saber que Podemos se ha equivado compitiendo por el voto centrista con Ciudadanos, ante el éxito de este partido en las pasadas elecciones autonómicas de Andalucia y su portentoso ascenso en las encuestas. Pudiera ser que los pactos postelectorales probables no se dieran entre Ciudadanos y el Partido Popular, sino entre Ciudadanos y el Partido Socialista, tal como va a ocurrir en Andalucía. ¿Es esto lo que trata de evitar Podemos y por eso aspira ahora a ocupar el papel que podría jugar el partido de Rivera tras los comicios que vienen? La gente que se esperanzó con Podemos necesita respuestas para saber qué voto dar y cuál es de verdad el valor de la palabra dada en Podemos, cuando esa palabra procedía de la calle y era un grito contra una democracia que no nos representa.
HAS PASADO LA LÍNEA ROJA, PABLO
Juan Carlos Barba
Hasta aquí podíamos llegar, Pablo. A que digas que puedes aceptar una
constitución elaborada por una camarilla de postfranquistas y vendidos y que se
presentó al pueblo como única opción al caos. A que digas que puedes aceptar a
un jefe del estado que nadie ha votado. A que te plantees colaborar y
seguramente colabores con esos traidores al pueblo que se hacen llamar
socialistas y obreros y que en realidad son los mejores sirvientes del gran
capital. A que creas que temas tan importantes los puedes decidir sin tener el
respaldo de quienes confiaron en ti. Hasta aquí podíamos llegar.
Me llamaron ingenuo, me dijeron que esto iba a terminar así y no les creí.
Desde aquí os pido disculpas a todas y todos los que me avisasteis. Teníais
razón.
Eres una decepción para todos los demócratas, para los que nos sentimos
herederos de los que lucharon heroicamente por la democracia, perdieron,
sufrieron cárcel y represión y murieron. Nuestros abuelos, cuyos huesos, muchas
veces en fosas comunes sin nombre, se remueven en sus tumbas ante lo que haces.
No me arrepiento del tiempo, esfuerzo e ilusión empleados. En absoluto.
Nunca hay que arrepentirse cuando se trabaja desinteresadamente aunque no sirva
finalmente para nada. En la memoria quedan muchos buenos ratos y gente
excepcional que he conocido.
Te auguro que no tendrás éxito porque los mejores y las mejores te
abandonarán. Me extraña que no lo sepas porque eres un tipo listo. Tú sabrás
entonces las razones por las que lo haces.
Desde otros ámbitos, incluyendo esta asociación[La Burbuja] a la que tengo el privilegio
de pertenecer, seguiremos trabajando por traer la libertad a nuestro país.
Espero que algún día lo consigamos.
DdA, XII/2992
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