Se
rumorea que Rodrigo Rato dejó su cargo en el FMI porque quería ser
rico... a lo grande. Su sueldo de 2,5 millones de euros no le aplacaba
esa ansia y volver a España, a recoger la cosecha antes sembrada, se le
presentaba un negocio harto fructífero. Entre la gente del hampa las
cosas funcionan así. Las deudas se pagan. Y personas poderosas e
influyentes en este país, como Emilio Botín o Jaime Castellanos, estaban
endeudados con el bueno de Rodrigo. Quid pro cuo. Los cargos en
entidades financieras llovieron sobre Rato como el maná . Sueldos
astronómicos por dudosos servicios y tarjetas negras para costearse su
faceta erótico-festiva. ¡Qué menos merece un leal capo de la Mafia!
De
pronto, se han filtrado informaciones inquietantes sobre evasión de
capitales (de origen más que sospechoso) que ponen al ex-ministro de
economía y hacienda, ex vice-presidente y ex-director del FMI, en una
situación comprometida. Si tiramos de hemeroteca, por la boca muere el
Rato. En los noventa se presentaba como el mayor paladín contra la
evasión y el fraude fiscal. Desde Aznar a Esperanza Aguirre, pasando por
el mismo Rajoy, todas las personalidades del PP alabaron su gestión y
lo señalaban como el autor del milagro económico en aquellos años. Todos
querían ser amiguitos del tito Rato y contagiarse de su aura.
Ahora,
su cuchipandi de forofos, ha disminuido vertiginosamente. Como ya
hicieron con Barcenas, sus antiguos admiradores le van a negar, tres o
trescientas veces si hace falta, para no verse salpicados por su
caquita. ¿Le habrá mandado Mariano algún SMS pidiéndole que sea fuerte? A
veces, este tipo de organizaciones delictivas necesitan realizar
sacrificios para poder mantenerse y adaptarse a los nuevos
acontecimientos. Inmolar unos cuantos peones, aunque sean tan pintureros
como Rato, para continuar controlando la partida.
A
la par (y de la mano de ese grotesco hobbit conocido como el pequeño
Nicolás) Javier de la Rosa relataba un entramado corrupto de
proporciones bíblicas en el que estaría pringado hasta el mismísimo
ex-rey Juan Carlos. Y aunque la credibilidad de un delincuente
manifiesto como De la Rosa no es muy alta, en la grabación aporta
suficientes indicios como para merecer una investigación exhaustiva del
tema. De confirmarse una tercera parte de lo que cuenta, los cimientos
de cualquier democracia europea se vendrían abajo. Aquí tengo serias
dudas.
Hay quién dice que
el hecho de que personajes como Rato caigan demuestra que el sistema
funciona y que existe un espíritu de regeneración democrática hasta
dentro del PP. Oros tenemos diferente opinión. Durante muchos años y
hasta hace bien poco (recuerden la campanita de Bankia), se promocionó
la carrera privatizadora y trapacera de Rato por parte de la cúpula de
su partido. Es altamente improbable que Rajoy ignorara sus actividades
extra-escolares. Y de ser así, ¿nos merecemos un presidente del gobierno
que esté en Babia y no distinga un corrupto de una morcilla de Burgos?
Como
una serpiente que muda el pellejo, el partido popular se desprende de
algunos lastres peligrosos. Pero culebra se queda. Una operación
estética no va a cambiar su naturaleza depredadora. Un gran escándalo
sirve para eclipsar otro más gordo. La Cosa Nostra pepera está dispuesta a devorar algunos de sus hijos predilectos. Confunden regeneración y antropofagia.
¡Sé
fuerte Rodrigo! Tu martirio contribuye a que no se destape la caja de
los truenos. Eres uno de los nuestros- le escribirá Mariano- aguanta
para salvaguardar el buen nombre de La Familia.
Al
fin y al cabo, los asuntos judiciales no son tan severos cuando se es
rico, muy, muy rico. Y el honor y la vergüenza no pueden depositarse en
una cuenta suiza. ¿Para qué demonios valen?
DdA, XII/2978
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