Lazarillo
Ya el pasado sábado me pareció indecente y un punto histérica la intervención de Javier Nart, abogado, periodista y escritor, en el programa La sexta noche, donde faltó al respeto a la siempre educada y reflexiva representante de Podemos Carolina Bescansa desde el primer minuto del debate. Quien es eurodiputado de Ciudadanos en el Parlamento de Europa y emplea una prosodia habitualmente sentenciosa que roza la jactancia, no debe de hallarse en la mejores condiciones o circunstancias personales a los pocos meses de haberse sentado en su escaño. Lo digo porque a lo ocurrido con Bescansa el sábado le ha sucedido esta discusión con Jesús Cintora, que siempre le ha parecido a este Lazarillo un periodista afable y poco dado a los rigores y amargores de la inquina o el resentimiento. Juzgue el lector por sí mismo y advierta que la gresca tuvo como motivo la rectificación empleada por Cintora en torno a la expresión "subnormales", empleada por Nart al aludir a niños discapacitados o con síndrome de Down. De seguir así, las intervenciones mediáticas del eurodiputado de Ciudatans -según grotesca expresión del inefable Floriano- van a mermar el viento a favor que sopla en las encuestas sobre las expectativas de voto de su partido. Lo que más me preocupa de Nart son esos golpes en la mesa que le reprocha Cintora y con los que pretende acaso hacerse oír.
DdA, XII/2931
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