Félix Población
“El Partido Popular se define como
un partido de centro reformista, cuyo eje ideológico es la libertad y la
dignidad de la persona y cuyo objetivo político es alcanzar una progreso
económico y social que asegure el mayor bienestar para los ciudadanos, promoviendo
unas políticas sociales avanzadas, en el marco de una Nación única -aunque
plural y diversa- de ciudadanos libres e iguales”. Lo transcrito no es
chacota, sino que se atiene a la definición que da de sí mismo el PP.
He buscado la cita con ocasión de
las declaraciones del ministro del Interior, en respuesta a las críticas a su
gestión planteadas por instituciones nacionales y extranjeras, así como por la
Conferencia Episcopal española, con relación a las devoluciones en caliente de
los inmigrantes que traspasan las fronteras del sur. Si le facilitan una
dirección donde a esa “pobre gente” se les vaya a dar manutención y trabajo, ha dicho Fernández Díaz, la envía para allá.
Coincide en esto el señor ministro con la lideresa de la
extrema derecha en Francia, Marine Le Pen, que le respondió algo así a la
entrevistadora de El Objetivo, Ana Pastor, cuando le preguntó si la periodista alojaría a un inmigrante en su casa. Las chulescas manifestaciónes de don Jorge, supernumerario del Opus Dei, hacen innecesaria
la existencia de una extrema derecha en España, estando él para representarla y su recién
aprobada ley mordaza, que parte por el eje ese teórico eje idológico de su partido en pro de la libertad y dignidad de la persona.
“Creo en la separación de Iglesia y Estado, cada
institución tiene su ámbito de competencia”, respondió el titular de Interior
en una entrevista a Telecinco ante las críticas de la respetable obispalía, sin
que ello case precisamente con otras manifestaciones suyas -durante su visita a
El Vaticano en octubre de 2012 con motivo de una canonización, ya ven-, en las que afirmó que España será cristiana o
no será. Tampoco esa aconfesionalidad del ministro reza con el acuerdo firmado
con la Conferencia Episcopal para "garantizar la asistencia
religiosa" en los Centros de Internamiento de Extranjeros (CIE). ¡Y este señor llama hipócritas a quienes le critican!
A tono con la hipocresía del ministro Fernández y en línea
divergente con la definición de su partido, son insuperables las
manifestaciones del presidente de la Comunidad de Madrid afirmando que estas
navidades no abrirá los comedores escolares, pues no es desnutrición sino obesidad lo que afecta a a los niños madrileños que los requerirían.
Como es sabido, el gobierno de González González congeló para 2014 el presupuesto destinado a las becas de comedor, pasando las ayudas prestadas a 120.000 alumnos a no rebasar ahora los 52.000,
según los sindicatos. El presupuesto reservado para apoyar a las familias con
más necesidades se ha reducido a la mitad: de 32 millones de euros a 16. Un
tijeretazo que, según Ana González, secretaria de Política Social e Igualdad de
CCOO, "tiene consecuencias dramáticas" para una región en la que más
de 200.000 niños se encuentran en riesgo de pobreza.
DdA, XI/2869
No hay comentarios:
Publicar un comentario