Antonio Aramayona
Leo en el diario digital publico.es que el 90% de los diputados no
acudirá a un acto de la víctimas del franquismo en el Congreso. Una excelente y
fidedigna fotografía de lo que hay: PP, PSOE, CiU y UPyD se desmarcan. O lo que
es lo mismo: nueve de cada diez “representantes del pueblo” tienen miedo a
perder votos de la parte contratante de la primera parte. Por lo demás, los
otros parecen muchos (Izquierda Plural, el Grupo
Parlamentario Vasco y parte del Grupo Mixto), pero son solo un 10%, que
es lo que tiene el sistema D’Hont a la hora de hurtar votos al pueblo que aún
se resiste a votar a la derecha.
No se trata de un acto de exaltación de
ETA, sino solo de una invitación a colaborar con la Justicia argentina que
investiga los crímenes perpetrados durante el franquismo. A ese 90% se le
presenta el acto como un conflicto generado por su complejo de Edipo irresuelto;
es decir, criticar al franquismo es como matar al padre, lo cual tiene muchos
perendengues en el subconsciente, que es donde se encierran las verdades más
verdaderas. A ver si no, con quién estaban el capital, los terratenientes y la
iglesia católica durante toda la sanguinaria dictadura franquista.
El señor Pedro Sánchez, sempiterno Ken sin
Barbie, impoluto y atractivo donde los haya y hubiere, ya no habla ni dice. Su
silencio y el de los suyos es una obscena indecencia teniendo en cuenta a todos
los represaliados con muerte, exilio, cárcel y represión brutal por ese sapo iscariote,
como denominó a Franco el poeta León Felipe Camino. Por su parte, el PP es
coherente al respecto: ir al acto equivaldría a que alguien protestase y se criticase
a sí mismo ante el espejo. Y UPyD y CiU simplemente se han quitado una vez más
sus caretas.
Cito un párrafo de la noticia que no tiene
desperdicio: “El acto, que dará comienzo a las 11 horas en la sala del Congreso
Pérez Llorca, contará con la participación de los abogados de la querella
argentina Carlos Slepoy, Ana Messuti y Jacinto Lara, y de las víctimas de la
dictadura Andoni Txasco, que perdió la práctica totalidad de su
visión en los asesinatos de Vitoria del 3 de marzo de 1976; Manuel Blanco
Chivite, condenado a pena de muerte en septiembre de 1975 aunque
finalmente no fue ejecutado; Soledad Luque,
de la asociación de bebés robados; y Cecilio Gordillo,
representante del colectivo de víctimas de trabajos forzados, entre otros”.
Pero, ¿qué hemos hecho para merecer esto?
Respuesta a la pregunta: NO HEMOS HECHO
ABSOLUTAMENTE NADA (y seguimos sin hacer nada de nada…).
DdA, XI/2867
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