Emilio Silva
Ha
muerto Félix Padín. Hace once años le entrevisté y recorrí con él lo
que un día fue el campo de Concentración de Miranda de Ebro. Era un
hombre de una tremenda entereza y alegría. Encerrado en el campo pasó
momentos extremadamente difíciles, como cuando detuvieron a un compañero
de su barracón, que trataba de escapar, y lo colgaron de noche por las
muñecas, en el mástil de la bandera. Era invierno y a la mañana
siguiente formaron a todos los prisioneros junto a la bandera y les obligaron a cantar el cara al sol, viendo el cadáver congelado de su compañero colgando de la bandera.
Con solo catorce años se afilió a la CNT. En el frente de Vizcaya fue
hecho prisionero y detenido en distintas prisiones, en el campo de
Miranda y en varios batallones disciplinarios.
Caminando por el campo me contaba las duras condiciones en las que vivían, el apelotonamiento con el que dormían en el suelo, donde no se podía salir de noche a mear porque no había forma de no pisar a alguien o las duras condiciones higiénicas a las que les tenían sometidos.
Hace unos meses Félix pudo declarar su persecución y su sufrimiento ante la jueza argentina María Servini de Cubría, que investiga el franquismo desde Buenos Aires.
Pero muere en silencio, sin reconocimiento oficial, como miles de hombres y mujeres sepultados en el olvido por quienes los consideraban testigos incómodos. Vayan estás líneas en agradecimiento a Félix, que hasta sus 98 años dio testimonio de su vida allá donde pudo. Todo el respeto y la gratitud a quien padeció tanto por nuestra libertad, a quien luchó contra el virus del fascismo con el corazón lleno de ideas y la voluntad de dejar un mundo mejor del que encontró al nacer.
En este enlace se puede descargar su biografía:
http://www.esclavitudbajoelfranquismo.org/files/felixpadinmemorias.pdf
Nota de DdA: Oriundo de Bilbao, Padín formó parte de las Juventudes Libertarias y cuando estalló la sublevación militar liderada por Francisco Franco, luchó como sargento y teniente en los batallones Isaac Puente y Durruti de la República Española.
CNT ha recordado que tras caer prisionero, el histórico militante del sindicato pasó por diferentes cárceles y campos de concentración y fue obligado por el franquismo "a trabajar como esclavo en diferentes zonas".
Caminando por el campo me contaba las duras condiciones en las que vivían, el apelotonamiento con el que dormían en el suelo, donde no se podía salir de noche a mear porque no había forma de no pisar a alguien o las duras condiciones higiénicas a las que les tenían sometidos.
Hace unos meses Félix pudo declarar su persecución y su sufrimiento ante la jueza argentina María Servini de Cubría, que investiga el franquismo desde Buenos Aires.
Pero muere en silencio, sin reconocimiento oficial, como miles de hombres y mujeres sepultados en el olvido por quienes los consideraban testigos incómodos. Vayan estás líneas en agradecimiento a Félix, que hasta sus 98 años dio testimonio de su vida allá donde pudo. Todo el respeto y la gratitud a quien padeció tanto por nuestra libertad, a quien luchó contra el virus del fascismo con el corazón lleno de ideas y la voluntad de dejar un mundo mejor del que encontró al nacer.
En este enlace se puede descargar su biografía:
http://www.esclavitudbajoelfranquismo.org/files/felixpadinmemorias.pdf
Nota de DdA: Oriundo de Bilbao, Padín formó parte de las Juventudes Libertarias y cuando estalló la sublevación militar liderada por Francisco Franco, luchó como sargento y teniente en los batallones Isaac Puente y Durruti de la República Española.
CNT ha recordado que tras caer prisionero, el histórico militante del sindicato pasó por diferentes cárceles y campos de concentración y fue obligado por el franquismo "a trabajar como esclavo en diferentes zonas".
DdA, XI/2809
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