Félix Población
Sigo con cierta regularidad las emisiones de Las Mañanas en Cuatro TV, presentadas por Jesús Cintora, pues considero que es el más libre y crítico de los programas informativos y de debate que actualmente se difunden a través de los diversos canales de ámbito estatal. No entiendo por qué un programa de este carácter no se ofrece a una hora en que su audiencia podría ser mucho mayor que la que puede tener a mediodía en competencia con Al rojo vivo, la emisión de La Sexta que coincide en horario y formato con Las Mañanas.
Tanto en uno y otro programa es una característica que las intervenciones de cualquiera de los tertulianos participantes se ilustren con las imágenes de lo que se habla, generalmente más breves que el propio parlamento. Por esta razón tienen los televidentes la molesta oportunidad de visionar reiteradamente el hecho del que se opina, cuyo contenido suele privar de atención tanto la escucha de lo que se dice como al opinador que habla, reducido de imagen al margen de la pantalla.
Si esto me parece molesto en cualquier caso, mucho más resulta cuando las imágenes dañan la sensibilidad del espectador, como es el caso de la brutal agresión propinada en el metro de Barcelona a un emigrante asiático por uno de esos energúmenos que lucen la cabeza tan rapada como su cerebro y a los que solemos calificar de nazis. Me parece que no solo la reiteración, sino la propia visualización del caso es negativa como material informativo. Más que la denuncia del hecho, creo que contribuye a incentivar una cierta y morbosa curiosidad por parte de quien lo contempla. Y si además es al energúmeno -delincuente en vivo- al único al que se le tapa la cara en las imágenes, ya me dirán.
Me parece que lo más positivo de ese vídeo es lo que ninguno de los contertulios presentes en el plató de Las Mañanas resaltó. Es muy reconfortante para una sociedad como la nuestra la reacción de un grupo de viajeros jóvenes reduciendo a esa mala bestia, al parecer menor de edad, sabiendo posiblemente cómo se las gastan los individuos de esa ralea en cuanto se les desboca el instinto. Piense cada cual lo que haría en ese caso y comprobará que esa actitud sí es la que merece el elogioso señalamiento informativo y opinativo que no tuvo.
Puntos de página
@Podemos, un impacto en aguas estancadas, Rosa María Artal
DdA, XI/2.743
2 comentarios:
Creo que solo con la ayuda de alguien me decidiría a intervenir para reducir al bestia. No me imagino con mi edad haciendo eso, por eso el primero que haya intervenido tiene mucho valor. Que fueran jóvenes es un detalle también a tener en cuenta, porque solo siendo jovenes se podía intervenir con una cierta seguridad.
Estas imágenes son muy nocivas en las redes sociales, hay mucho inconsciente por ahí que es capaz de sentirse tan bruto como el de Barcelona, ojo que no es broma esto del fascismo, aquí deberíamos saberlo muy bien.
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