Palestinos llevan el cuerpo de Mohammed Mnassrah un niño de
tras años que fue asesinado junto a sus padres y a su hermano en un
ataque aéreo, durante su funeral en campamento de refugiad
Lazarillo
Ante la más que brutal indiferencia de Europa, prosigue la masacre de Israel contra la Franja de Gaza, ese inmenso campo de concentración en el que viven dos millones de palestinos. Esta nueva oleada de muerte, proyectada y calculada por Israel tras el asesinato de tres adolescentes judíos, incrementa su balance de barbarie día tras día ante la pasividad de los países "libres y soberanos" del viejo continente, bajo la tutela del poder sionista en USA. Ojo a las crónicas que nos llegan desde aquel territorio para El Diario.es y al muy interesante seguimiento que está haciendo La Marea del número de víctimas: más de un centenar de muertos, en su mayoría civiles -con muchos niños y adolescentes- y más de 700 heridos. Las crónicas las firma Isabel Pérez y son periodismo, enjundiosamente informativo y concisamente expuesto:
Isabel Pérez
Dicen que una casa es una vida, pero en Gaza una casa
es la vida de al menos una docena de personas. En el momento de
escribir este artículo alrededor de 45 casas han sido bombardeadas como
parte de los más de 500 objetivos "cumplidos" del Ejército israelí.
Casas que ahora están reducidas a la nada. La destrucción es cuestión
de segundos, pero la espera entre el misil knock on the roof (llamada al techo) con el que el Ejército está marcando las casas que van a ser bombardeadas en cuestión de minutos, ese intervalo de tiempo es eterno.
"¡Nos han dejado sin casa! Es solo un agujero… ¿Qué es esto? ¡Esto es
una guerra contra un pueblo!", grita enfurecida Basema al teléfono
después de ver el resultado del bombardeo. "Nosotros somos gente
normal, no tenemos nada que ver con nada. ¿Por qué nos han destruido la
casa?". A un metro de mi casa, un drone ha lanzado un misil contra la
calle. Ninguno sabemos si eso es un aviso o solo es un juego de guerra
psicológica. Todos nos hemos preparado para la evacuación.
Las cifras de víctimas mortales aumentan cada hora y ya ascienden a
85 el número de palestinos muertos en 64 horas de Operación ‘Margen
Protector’, según el portavoz del Ministerio de Sanidad, 22 de ellos son
niños, 15 son mujeres y 12 ancianos, por lo que podríamos decir que la
mitad de los muertos son civiles. Hay también más de 585 heridos.
La UNRWA ha celebrado ya al menos una reunión de urgencia ante los
acontecimientos. Cientos de personas han recibido mensajes al móvil,
llamadas o panfletos tirados desde el cielo urgiéndoles a abandonar las
casas. Las autoridades en Gaza les han aconsejado mantener la calma.
Yamil vive en Beit Lahiya: "Sonó el teléfono de casa y al descolgar
sonó un mensaje grabado que decía 'pedimos a los habitantes de las zonas
de Beit Lahiya, el-Atatra y Beit Hanoun que evacuen sus casas por su
seguridad’. Te juro que no sabemos adónde iremos ni cuál será nuestro
destino. No sabemos si es o no una guerra psicológica. Todo puede ser".
Abu S'aed recibió el siguiente mensaje de voz automático al móvil y al teléfono fijo: "A
todos los habitantes de Beit Lahiya, el-Atatra y Beit Hanoun tenéis
que salir de vuestras casas hacia la ciudad de Gaza, no tenéis que tomar
la carretera del mar". "Yo personalmente me he sentado a
discutirlo con mis vecinos -explica Abu Sa’ed- y hemos llegado a la
conclusión de que solo es un mensaje para destruir nuestra moral y
presionar a la resistencia (milicias armadas). Sin embargo, hay gente
que salió de sus casas, pero son la minoría. ¡Dicen que vayamos a la
ciudad de Gaza donde ha habido muchísimos más bombardeos que aquí!".
Fuentes que prefieren no identificarse ser y que trabajan en UNRWA
deslizan que se teme que llegue descontroladamente una oleada de gente a
las escuelas de la oficina de Naciones Unidas para protegerse. Por el
momento, UNRWA ha decretado estado de emergencia en toda la Franja y
está documentando las violaciones israelíes de las normas de guerra. Ha
declarado que seis de sus colegios y dos de sus centros de salud han
sido dañados por los ataques aéreos.
Si la temida
incursión terrestre con la que amenaza Israel llegase a ocurrir, se
estima que centenares de miles de personas tendrían que dejar sus casas
e irse lejos de la línea verde. Comenzaría la pesadilla de una
tragedia para gazatíes y refugiados palestinos.
DdA, XI/2.743
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