miércoles, 25 de junio de 2014

UNAMUNO Y PODEMOS

 Miguel de Unamuno, rector de la Universidad de Salamanca, a la salida del acto en donde le dijo al general felón Millán Astray: "Venceréis pero con convenceréis".

Félix Población

El escritor Jose Manuel Fajardo, amigo virtual y afín en disquisiciones sobre la España actual, acaba de iluminar esa cultura interior que todos llevamos dentro cuando se hace olvido y cuyas referencias vamos perdiendo con el paso de tiempo. Personalmente sabía que había en nuestro patrimonio literario un autor, una obra y un fragmento de la misma, capaz de glosar con elocuencia lo que el fenómeno Podemos ha despertado en nuestro país, con media España hablando en su contra, en ocasiones de modo tan desaforado como mezquino.

El autor es Miguel de Unamuno, la obra se titula Vida de Don Quijote y Sancho y el fragmento pertenece a la introducción, que lleva por título El sepulcro de Don Quijote. Como sobre ese libro pesan en mi memoria muchos años, pues lo leí en la remota adolescencia con auténtica devoción, era hasta cierto punto lógico que hubiera extraviado la pista que mi estimado Fajardo me ha facilitado.

Escrito en 1905, la edición que conservo es la decimocuarta de la magnífica colección Austral, con una tipografía que me hace admirar mi buenos ojos de antaño y que acabo de comprobar al sacar el libro de los anaqueles de mi biblioteca más antigua, no sólo para cerciorarme de lo transcrito por mi amigo FB, sino para añadir algún párrafo más a este que él ha recordado tan a propósito de las críticas a Podemos: "Esto es una miseria, una completa miseria. A nadie le importa nada de nada. Y cuando alguno trata de agitar aisladamente este o aquel problema, una u otra cuestión, se lo atribuyen o a negocio o a afán de notoriedad y ansia de singularizarse (...). Si uno denuncia un abuso, persigue la injusticia, fustiga la ramplonería, se preguntan los esclavos: ¿qué irá buscando en eso? ¿A qué aspira? (...) Fíjate y observa. Ante un acto cualquiera de generosidad, de heroismo, de locura, a todos estos estúpidos bachilleres, curas y barberos de hoy no se les ocurre sino preguntarse: ¿por qué lo hará? Y en cuanto creen haber descubierto la razón del acto -sea o no lo que ellos suponen- se dicen: ¡bah!, lo ha hecho por esto o por lo otro. (...) Alguna vez, cuando expongo algún proyecto, algo que me parece debía hacerse, no falta quien me pregunte: ¿y después? A esa pregunta no cabe otra respuesta que una pregunta, y al "¿y después?", no hay sino dar de rebote un "¿y antes?". No hay porvenir; nunca hay porvenir. Eso que llaman porvenir es una de las más grandes mentiras. El verdadero porvenir es hoy. ¿Qué será de nosotros mañana? ¡No hay mañana! ¿Qué es de nosotros hoy, ahora? Esa es la única cuestión". 

Voy algo más allá en la relectura de esas primeras páginas del libro y encuentro las frases en donde quien fuera rector de la Universidad de Salamanca, fallecido en muy tristes circunstancias en la ciudad ocupada por Franco el último día del año 1936, insta a ponerse en marcha y a luchar, algo que está en la propuesta de Podemos con un lenguaje muy similar al que emplea don Miguel en El sepulcro de Don Quijote: "¿Cómo? ¿Tropezáis con uno que miente?, gritarle a la cara: ¡mentira!, y ¡adelante! ¿Tropezáis con uno que roba?, gritarle: ¡ladrón!, y ¡adelante! ¿Tropezáis con uno que dice tonterías, a quien oye toda una muchedumbre con la boca abierta?, gritarles: ¡estúpidos!, y ¡adelante! ¡Adelante siempre!" 

A continuación, Miguel de Unamuno afirma, contra el apoliticismo o la resignación de los escépticos y/o desencantados: "La más miserable de todas las miserias, la más repugnante y apestosa argucia de la cobardía es esa de decir que nada se adelanta con denunciar a un ladrón porque otros seguirán robando, que nada se adelanta con decirle en su cara majadero al majadero, porque no por eso la majadería disminuirá en el mundo".




Puntos de Página


                                        DdA, XI/2.738                                      

1 comentario:

Anónimo dijo...

El tiempo pasa y algunos se resiten a dejar paso a las generaciones que deben hacer el futuro. Contra Podemos están quienes envidian tanto su juventud como su lucidez y no saben aceptar su periodo de caducidad.

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