Félix Población
La condición de exministro en España
tiene, por el hecho de serlo, un porvenir boyante. Lo tuvo en la
dictadura y lo ha tenido y tiene en el régimen de 1978 porque las puertas giratorias siguen abiertas de par en par. Por eso que exista
en nuestro país una llamada Fundación Española Constitucional, presidida por la
exministra Cristina Garmendia, y que se haya reunido recientemente en Valenciapara dar fe de su acto fundacional una vez conocida la abdicación del rey, me
parece significativo.
También me lo parece que sean cuarenta y no treinta dos, por ejemplo, los exministros de los tres partidos que han gobernado este país (UCD, PSOE y PP) los que se denominan patronos de la citada fundación, si bien en Valencia solo concurrieron quince para aprobar la que han dado en llamar Declaración de Valencia, en la que han participado Albert Fabra, presidente de la Generalitat; Máximo Buch, conseller de Economía, y Rita Barberá, alcaldesa de Valencia.
También me lo parece que sean cuarenta y no treinta dos, por ejemplo, los exministros de los tres partidos que han gobernado este país (UCD, PSOE y PP) los que se denominan patronos de la citada fundación, si bien en Valencia solo concurrieron quince para aprobar la que han dado en llamar Declaración de Valencia, en la que han participado Albert Fabra, presidente de la Generalitat; Máximo Buch, conseller de Economía, y Rita Barberá, alcaldesa de Valencia.
Como vicepresidente de la Fundación Española
Constitucional figura Rodolfo Martín Villa, titular de Ministerio de Gobernación
o Interior en 1976, cuando los disparos de la Policía acabaron con la
vida de cinco trabajadores en Vitoria. Martín Villa se refirió en la mencionada
convocatoria a Felpe de Borbón como un rey al que no se le puede pedir que
cumpla de la misma forma que el rey que ha abdicado. No por cuestión de
capacidades, señaló, "sino porque la cosas que tuvo que hacer Juan Carlos I para
pasar de una dictadura a un régimen de plenas libertades, hoy por ventura no
las tenemos que hacer".
También habló la alcaldesa Barberá, que apeló a la
"grandeza de la política" y apostó por la "regeneración de la
vida pública". Entre los objetivos de esta Fundación, conscientes
de que hay varias generaciones de Españoles que no votaron la Constitución, ni
vivieron la Transición, pretende Cristina Garmendia trasladar a las nuevas
generaciones "el legado de aquello que unió para la creación de la
democracia", aunque bien sepa Garmendia que casi el 50 por ciento de los jóvenes menores de 25 años no tiene trabajo ni expectativas de futuro en la España de hoy.
Yo no sé por qué se decidió que fuera Valencia precisamente la capital
elegida para ser sede de ese acto fundacional, pero sí sé que hace unos meses
el periodista Sergi Castillo publicó un libro titulado Tierra de saqueo que
tiene por escenario la comunidad valenciana, donde expresidentes y
vicepresidentes de la Generalitat, así como exconsejeros autonómicos, altos
cargos, concejales y funcionarios varios han estado contagiados por el virus de la
corrupción bajo el gobierno del Partido Popular, hasta conformar una lista de
más de un centenar de imputados. "No son Alí Babá y los 40 ladrones; son muchos
más", afirmó
con ironía Castillo el día que presentó su libro en Madrid.
DdA, XI/2.724
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