Lazarillo
Mi estimada y siempre leída Rosa María Artal se supera hoy en su más que recomendable blog El Periscopio con este texto de conciso continente y muy agudo contenido, por el que solo cabe felicitarla, tanto por lo escrito como por la elocuente viñeta de El Roto que sirve de ilustración a su artículo:
"Un grupo de radicales en neoliberalismo, procedentes del Palacio
de la Moncloa, arrasan nuevos derechos de la ciudadanía. Pertrechados
de decretos leyes y de una apisonadora parlamentaria que no atiende al
espíritu de la institución, estudian asumir la mitad de la deuda de las autopistas privadas.
En la reunión mantenida este martes calculan que “la quita” a esas
empresas –es decir, la puesta de nuestros bolsillos- asciende a 2.400
millones de euros. Son las mismas empresas que nos cobran peaje por
circular por sus instalaciones, firmadas por gobiernos locales (en su
mayoría del PP) muy poco previsores. O mucho, quizás. Las afectadas son
un grupo de empresas muy queridas de los que mandan siempre y se nota
porque se llevan muchas concesiones.
Estos antisistema social que andan perpetrando este nuevo acto de
vandalismo son los que ya han destrozado buena parte de la sanidad
pública, quitando camas hospitalarias, la ayuda a la dependencia, la
educación, los transportes y servicios del mundo rural y el urbano, los
subsidios de desempleo, el propio trabajo degradado hasta niveles
desconocidos, pensiones y demás. Este nuevo asalto a los derechos
ciudadanos por 2.400 millones de euros dejará devastados otros muchos
apartados o disminuidos aún más los ya atacados.
Los delegados de los gobiernos autonómicos afectados se proponen
denunciar a los causantes de los destrozos, incluidos los 11 millones de
votantes que han dado pie a estas conductas sin consenso. ¿O no?
Puede que no por sus servidumbres de partido, pero desde luego todos
los medios informativos se disponen a abrir sus webs, ediciones impresas
y programas audovisuales con este incalificable episodio de violencia.
Los mismos que han olvidado estos días las reivindicaciones de los
agredidos –los ciudadanos- en las Marchas por la Dignidad por un
minoritario episodio de violencia –pongamos en cifras muy conservadoras y
muy generosas con la postura oficial 500.000 personas pacíficas frente a
100 violentas-, hoy van a echar el resto, mostrándonos los niños que no
comen por los recortes, los jóvenes a quienes no les llega ni para comer carne
y que son los más empobrecidos de la UE. Aquellos a los que echan de
sus casas por impagos de hipotecas y resto de las víctimas. Los que
ahora han vuelto a ser sacudidos por estas hordas neoliberales que
actúan con total impunidad.
Cumpliendo con su obligación, como se debe, en servicio público esencial.
DdA, X/2.658
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