El presidente de la CEOE, Juan Rosell, salió en defensa del reelegido líder de la patronal madrileña Arturo Fernández con una argumentación que a servidora, verá usted, no le acaba de cuadrar. Según Rosell, las leyes son demasiado enrevesadas y cualquiera nos podemos meter en líos sin enterarnos. ¡Pobre don Arturo! ¿Cómo iba a pensar que no pagar la seguridad social de sus trabajadores era un pelín ilegal?
La legislación es terriblemente confusa a este respecto. Al menos para los empresarios chorizos que se devanan los sesos intentando burlarla. Aunque sería deseable que quien representa al colectivo de empresarios madrileños tuviera una interpretación meridiana de la legislación laboral. Amén de un mínimo de honestidad y una trayectoria profesional intachable. Estar acusado de fraude a la seguridad social y una imputación en el caso Bankia no parecen las mejores credenciales.
Pero
ahí está Díaz-Ferrán que (pese a haber dado con sus mullidos huesos en
la cárcel por una buena suma de delitos) representó a la patronal
nacional, empujó las reformas laborales y se permitió el lujo de
anunciar a los "curritos" que había llegado el momento de trabajar más
cobrando menos. Si
las cabezas visibles de los empresarios españoles cuentan con semejante
pedigrée , ¿qué podemos esperar del resto que les ha elegido? Lo cual me lleva a pensar que, quizás, lo que de verdad necesita este país es una drástica reforma patronal.
Multas,
señor Rosell tenemos todos, es cierto. Algunos por defender los
derechos laborales que ustedes, con el contubernio del gobierno, han
hecho pedazos. Y no es porque no entendamos las leyes que presuntamente
quebrantamos. No somos tan idiotas. Es porque son normas injustas
diseñadas "ad hoc" para el lucro personal de patrones como los
dirigentes de sus organizaciones. Pero no todos estafamos, defraudamos o
somos el presidente de los empresarios madrileños. Alegar
el desconocimiento de la ley, más siendo esta tan obvia, no te exime de
la falta. Solo evidencia que eres un inepto o un cínico canalla. Yo
apunto por ambas cosas.
Cuando
Rosell indica la conveniencia de simplificar las leyes lo que en
realidad quiere decir es que deben ser más flexibles que una goma
elástica para que puedan saltárselas a la torera. Yo soy más de
simplificar la cúpula de la patronal pagándoles unas largas vacaciones
en Soto del Real a todos los defraudadores y chanchulleros que la
frecuentan. Allí,
en compañía de Ferrán, podrán montar otra organización más acorde con
su verdadera naturaleza depredadora. Alguna mafia carcelaria de la que
serán, no tengan dudas, los putos kies de la trena. Experiencia no les
falta.
DdA, X/2.659
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