En una carta al ministro del
Interior, el Sindicato Unificado de Policía (SUP) hará constar que las unidades
antidisturbios reciben órdenes de sus superiores para que sean cada vez más
contundentes en la represión de aquellos focos de altercado que puedan darse en
las manifestaciones ciudadanas. El SUP sugiere incluso que el Gobierno podría
estar buscando un muerto, ya sea entre la fuerza pública o entre los
ciudadanos, para tener así más argumentos en la aplicación de esa línea dura.
En un comunicado hecho público hoy, el sindicato citado da incluso el nombre del comisario Igusquiza como responsable partidario de
ese tipo de acciones y se especifica el caso de ocho miembros de las Unidades
de Intervención Policial (UIP) heridos como consecuencia de las prácticas con
pelotas de goma. Es de hacer constar, además, que una de las zonas
lesionadas -junto a tobillos, ojos y rodillas- fueron los testículos de alguno de los agentes.
Como se sabe, el joven manifestante Gabriel Ruiz, de
23 años, perdió uno de sus testículos de resultas de la actuación policial del
pasado sábado. Su padre, del mismo nombre, un abogado y médico residente en
Villalar de los Comuneros, tiene la intención de venir corriendo en cuatro etapas desde esa localidad
hasta el Palacio de la Zarzuela de Madrid para entregar al rey, el próximo día
21, un manifiesto personal por la vida y la libertad, la manifestación libre y
el respeto a las personas. Dice preferir esto a recurrir a la justicia, que según él esta manipulada:
“Hay infiltrados que promueven los enfrentamientos –afirma-, y cuando salta la chispa, comienza a arder todo y no
hay manera de controlarlo. Si no hubiera policía en una manifestación o sólo estuvieran grabando lo
que ocurre, no habría violencia. Alguno intentaría hacer o
romper algo, pero yo creo que por eso no pasa nada. Estaría grabado y lo
acabaría pagando”.
Me parece una coincidencia muy llamativa que entre policías
y manifestantes se haya dado el mismo tipo de lesiones, pues denota que las duras prácticas dan su resultado. En cuanto a la sugerencia que plantea un sindicato del prestigio del SUP, que el Gobierno busca un muerto
para aplicar más rigor en la represión, creo que debería encender todas las alarmas. Podría pensar el Gobierno que con más represión más sería el miedo de los ciudadanos para movilizarse, pero yo tendría mis dudas, porque el grado de indignación ha crecido tanto -como quedó demostrado el sábado en las calles de Madrid- que podría crecer más. Téngalo en cuenta el ministro Fernández cuando lea la carta del SUP.
Puntos de Página
DdA, X/2.657
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