Aquellos lectores de prensa que aún mantengan viva la intención de seguir las informaciones buscando la máxima objetividad, especie cada vez más en extinción por lo que la prensa en papel representa en nuestro país, habrán echado de menos que siendo Venezuela país de conflicto por las revueltas acometidas durante las semanas pasadas por la oposición más asilvestrada, ningún medio de comunicación de los dominantes -especializados en cultivar el golpismo contra el gobierno democrático de aquella república- haya tenido la idea de entrevistar al embajador de Venezuela en España, aunque solo fuera con el simbólico propósito de contrastar mínimamente la mucha información publicada a favor de la oposición asilvestrada. Esa interviú la acaba de publicar por extenso Crónica Popular y ofrece un minucioso panorama de la situación que este Lazarillo cree de sumo interés. “En el fondo -dice el embajador Mario Isea Bohórquez a Rodrigo Vázquez Prada- hay temor de que seamos referencia de un modelo
distinto de relacionarnos para promover el desarrollo integral de todos
los pueblos”. Isea Bohórquez es un protagonista de primera línea
de la Revolución Bolivariana desde sus inicios y sabe de lo que habla
cuando se refiere a la situación política de su país, en donde a finales
de enero último la oposición más antidemocrática hizo un llamamiento a
la violencia que sus seguidores han venido desarrollando en algunas
zonas.
Embajador de la República Bolivariana de Venezuela en
España, e ingeniero químico de formación, tiene una larga trayectoria
política a sus espaldas, en la que combinó un intenso trabajo
legislativo en la Asamblea Nacional y de gestión al frente de uno de los
principales organismos creados por la Revolución Bolivariana.
Perteneció al parlamento venezolano desde 1994, y al
constituyente de 1999, impulsó la reforma petrolera en 2006, presidió la
Comisión de Desarrollo como diputado del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV)
y, asimismo, formó parte de la comisión que abordó la reforma
constitucional. De 2011 a 2013, justo hasta su nombramiento como
embajador en nuestro país, desempeñó el cargo de presidente del Banco
Nacional de Vivienda y Habitat, desde el que estuvo al frente de uno de
los programas sociales de más calado del proyecto revolucionario puesto
en marcha por el presidente Hugo Chávez y continuado por el gobierno de
Nicolás Maduro.
Fue nombrado embajador en España en mayo de 2013, para suceder en
la representación diplomática a Bernardo Álvarez Herrera, designado
secretario general de la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América (ALBA-TCP),
cuya constitución fue firmada en La Habana el 14 de diciembre de 2004
por Hugo Chávez y Fidel Castro. Y el pasado 15 de enero, presentó sus
cartas credenciales al Rey Juan Carlos como embajador extraordinario y
plenipotenciario de su país.
Desde entonces, está volcado literalmente en un intenso trabajo
para hacer llegar a la opinión pública española la situación real de
Venezuela, sometida a la violencia desatada por la fracción más
conservadora de la oposición y a una manipulación mediática a la que
contribuyen de manera particular algunos de los grandes medios de
comunicación de nuestro país.
+@Entrevista en Crónica Popular
DdA, X/2.653
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