Justo Serna
Hay en la agonía de Adolfo Suárez algo insólito
Viernes, 21 de
marzo, a media mañana. Rueda de prensa de Adolfo Suárez illana. La
escucho por la radio. La comento con quien en ese momento me acompaña.
Hay en la agonía de Adolfo Suárez algo insólito, algo que me ha producido una enorme extrañeza.
Sale un hijo, que ha convocado una rueda de prensa, para decir que a su
padre los médicos le dan como mucho 48 horas. No entiendo francamente
por qué Adolfo Suárez Illana ha de comparecer.
Sabemos que está hospitalizado, sabemos que padece una enfermedad irreversible, sabemos que el ingreso del pasado lunes se debió a una complicación respitaroria, concretamente una infección.
El agravamiento de la circunstancia neurológica podría haberse comunicado con una nota de prensa en la que la familia, tras consultar con los médicos, informara de que teme por la vida del ex presidente.
No sé de ninguna rueda de prensa en la que un hijo salga a comunicar un desenlace inminente. No veo la necesidad de anticipar en vivo y en directo una muerte anunciada. Por respeto a quien aún no ha fallecido.
Mi madre murió el pasado 13 de marzo. Desde cinco días antes, la gravedad de su situación era extrema y apenas respiraba: lo hacía con mucha dificutad. Yo no me di por vencido hasta el final. Probablemente me estaba engañando. Pero jamás me hubiera perdonado convocar a amigos y conocidos para decirles que le quedaban como mucho 48 horas.
Mi señora madre no era una persona conocida (ya lo sé), pero yo no me habría atrevido a reunir a los familiares antes del fatal desenlace. Me parece fuera de lugar lo que ha hecho Adolfo Suárez illana y a la vez me apena su situación como hijo.
A lo mejor es que soy un antiguo. Leo en 'El País': "Al borde de las lágrimas, Suárez Illana ha insistido en que la muerte del expresidente puede producirse en cualquier momento. Pero ha recordado que la familia, que rodea al duque de Suárez en sus últimos momentos, lleva 11 años preparándose para este desenlace".
¿Era necesaria esta comparecencia? ¿Era... preciso comunicar esto, este dolor, para finalmente romper a llorar? Me gustaría decirle algo amable, algo tierno. No puedo decirle que le acompaño en el sentimiento. Aquí hay algo que me estremece.
Sabemos que está hospitalizado, sabemos que padece una enfermedad irreversible, sabemos que el ingreso del pasado lunes se debió a una complicación respitaroria, concretamente una infección.
El agravamiento de la circunstancia neurológica podría haberse comunicado con una nota de prensa en la que la familia, tras consultar con los médicos, informara de que teme por la vida del ex presidente.
No sé de ninguna rueda de prensa en la que un hijo salga a comunicar un desenlace inminente. No veo la necesidad de anticipar en vivo y en directo una muerte anunciada. Por respeto a quien aún no ha fallecido.
Mi madre murió el pasado 13 de marzo. Desde cinco días antes, la gravedad de su situación era extrema y apenas respiraba: lo hacía con mucha dificutad. Yo no me di por vencido hasta el final. Probablemente me estaba engañando. Pero jamás me hubiera perdonado convocar a amigos y conocidos para decirles que le quedaban como mucho 48 horas.
Mi señora madre no era una persona conocida (ya lo sé), pero yo no me habría atrevido a reunir a los familiares antes del fatal desenlace. Me parece fuera de lugar lo que ha hecho Adolfo Suárez illana y a la vez me apena su situación como hijo.
A lo mejor es que soy un antiguo. Leo en 'El País': "Al borde de las lágrimas, Suárez Illana ha insistido en que la muerte del expresidente puede producirse en cualquier momento. Pero ha recordado que la familia, que rodea al duque de Suárez en sus últimos momentos, lleva 11 años preparándose para este desenlace".
¿Era necesaria esta comparecencia? ¿Era... preciso comunicar esto, este dolor, para finalmente romper a llorar? Me gustaría decirle algo amable, algo tierno. No puedo decirle que le acompaño en el sentimiento. Aquí hay algo que me estremece.
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