miércoles, 26 de febrero de 2014

PACO DE LUCÍA: !OH GUITARRA!/ CORAZÓN MALHERIDO POR CINCO ESPADAS


Lazarillo

En este país nuestro hay mucho golfo. Los medios nos informan cada día de esto. La corrupción política viene siendo noticia desde hace lustros. Los telediarios supuran corrupción. De repente, se nos muere un artista de la talla de Paco de Lucía, un nombre tan de pueblo que llevaba consigo el nombre de su madre, Lucía la Portuguesa, y esa pútrida atmósfera mediática se llena de ditirambos por un día. Solo cuando se mueren nuestras grandes figuras de la cultura, la cultura es protagonista en los medios. Triste sino. Después, volvemos a la mierda y dejamos en silencio el trabajo sordo, intenso y hasta extenuante que artistas como Paco de Lucía han desarrollado a lo largo de toda una vida de esfuerzo y autoexigencia para dejarnos tanta y tan buena música. Este Lazarillo conoció a Paco de Lucía en 1976. Era amable y sensible. No encuentro nada mejor para avivar ese buen recuerdo de una noche madrileña de verano que recitar en su memoria este poema de Federico García Lorca dedicado a la guitarra. La de Paco de Lucía, también, será imposible callarla:

Empieza el llanto
de la guitarra.
Se rompen las copas de la madrugada.
Empieza el llanto de la guitarra.
Es inútil callarla.
Es imposible callarla.
Llora monótona
como llora el agua,
como llora el viento
sobre la nevada.
Es imposible callarla.
Llora por cosas lejanas.
Arena del Sur caliente
que pide camelias blancas.
Llora flecha sin blanco,
la tarde sin mañana,
y el primer pájaro muerto
sobre la rama.
!Oh guitarra!
Corazón malherido
por cinco espadas. 


PS.- Conviene recordar y por eso vale recurrir, como hace Mar Martínez, a un reporrtaje publicado por la revista Interviú en enero de 1977, poco después de que un grupo de ultraderechistas le propinase una paliza a Paco en plena Gran Vía madrileña. Paco de Lucía aún no había cumplido los 30 años. Por un lado estaba cansado de los puristas “estáticos e inmovilistas” del flamenco. Pero menos aún tragaba a los intransigentes políticos, a los fanáticos de la extrema derecha: «Estoy de acuerdo con la izquierda en tanto que está en contra de una derecha que ya es ridícula. Yo quiero un socialismo que iguale a las gentes del país, pero no solamente económicamente, sino culturalmente también, que a mí me parece lo más importante.» Entre todos consiguieron que el guitarrista se fuese de España. Los ortodoxos del flamenco le criticaban y el tiempo les ha quitado toda la razón. «Tengo ganas de meterme de lleno en el jazz. La raíz flamenca no me la va a quitar nadie pero tengo mucho que aprender», decía en Interviú.
DdA, X/2.634

No hay comentarios:

Publicar un comentario