viernes, 21 de febrero de 2014

MADURO SALVÓ A LEOPOLDO LÓPEZ DEL ATENTADO PARA INCENDIAR VENEZUELA



Ángel Guerra Cabrera

La intentona golpista en curso desde hace días en Venezuela es parte de un plan orquestado con mucha antelación dentro y fuera del país bajo la dirección de la CIA con el concurso de facinerosos de origen cubano de Miami.
 
Aunque trajines semejantes también se lanzan con frecuencia contra Argentina, Bolivia y Ecuador, el golpe principal siempre ha estado dirigido a la patria de Bolívar por ser el puntal estratégico de la unidad latinocaribeña expresada en la Alba, Unasur, el nuevo Mercosur, Petrocaribe y la Celac. Sin contar que posee las mayores reservas de hidrocarburos del planeta.
Precisamente la exitosa cumbre de la Celac en La Habana, que reveló la fuerza de una nueva cultura política latinoamericana y caribeña desembarazada de la tutela de Washington y subrayó el prestigio internacional de Cuba, da la medida de la desesperación y el odio que genera en Estados Unidos la vigorosa construcción nuestroamericana.
Nunca se insistirá suficientemente en la peligrosísima función de enajenación, inducción a los más repudiables estereotipos y estímulo a los peores instintos asignada a la monopólica jauría mediática internacional en las nuevas guerras gringas. Ejemplos: la ex Yugoslavia, pasando por Afganistán, Irak, Libia y Siria hasta Ucrania y los intentos de derrocamiento de los gobiernos latinocaribeños independientes.
Pero en esta arremetida contra Venezuela han llegado a extremos que rayan entre el descaro inaudito y el mayor de los ridículos. Tanto, que CNN, NTN24, los principales diarios madrileños con El País al la cabeza, todos sus congéneres iberoamericanos, audiovisuales e impresos y, por supuesto, los censurados medios venezolanos han logrado la prodigiosa hazaña de romper sus olímpicas marcas anteriores de manipulación informativa y descarada mentira. Una muestra, entre muchas otras: la gran mayoría de las imágenes de represión chavista que utilizan son tomadas inescrupulosamente de situaciones en otros países. Esta epidemia se ha extendido a las llamadas redes sociales, donde el catálogo de la mendacidad es sostenido por enajenados pero también por mercenarios. Como igualmente son mercenarios a 3 mil bolívares por jornada muchos de los estudiantes lanzadores de cocteles Molotov, destructores de edificios y mobiliario público, y francotiradores que en esta escalada fascista han arrebatado la vida a media docena de venezolanos y ocasionado heridas a muchos otros.
Todo ello evidencia la desnudez de argumentos de la derecha y sus medios y a la vez su irrefrenable obsesión por eternizar la dominación yanqui sobre América Latina y el Caribe con su cauda de políticas de libre comercio y culto al mercado, que, al estilo de los países de la Alianza del Pacífico, han hundido en la miseria y la más hiriente desigualdad a cientos de millones de personas en nuestra región y en el mundo.
Su odio contra Venezuela se debe también a las medidas de la Revolución Bolivariana contra esas políticas y el éxito que ha tenido en entronizar la nacionalización de los recursos naturales, el derecho a la educación, la salud, la alimentación, la vivienda, a pensiones dignas y a la democracia participativa con la que el pueblo decide su propio destino. No hay desabastecimiento orquestado por los burgueses ni injerencia yanqui que pueda contra esto.
Washington y la derecha venezolana se empeñan en la vía del golpe de Estado como único recurso para derribar al gobierno del presidente Nicolás Maduro porque el pueblo de Bolívar y Chávez ha ratificado este proyecto político y social en 18 consultas electorales durante 16 años. La última, en las elecciones de gobernadores y alcaldes del 8 de diciembre cuando el chavismo se impuso de nuevo en clara victoria.
Maduro y la dirección político militar de la Revolución Bolivariana han actuado frente a esta situación con la firmeza revolucionaria que exige y su proverbial respeto por la democracia y los derechos humanos. El pueblo movilizado en la calle de manera ordenada y pacífica, sin dejarse provocar por la violencia fascista, ha frenado otra vez el intento de golpe. Un típico jab de izquierda. Hasta Capriles lo reconoce.
Por su parte el acaudalado golpista profesional Leopoldo López le debe la vida al gobierno que tanto odia. Este lo salvó del atentado planeado por sus amigos de Miami para incendiar Venezuela.
ASTURBULLA

Nota de Lazarillo: El hecho de que Herinque Capriles haya pasado a un segundo plano como líder opositor en Venezuela, con la posibilidad incluso de que la derecha pierda la unidad que la ha caracterizado en su enfrentamiento conjunto con el fallecido presidente Hugo Chávez, podría muy bien deberse al riesgo de que sobre Capriles se pudiese acometer un atentado que a él mismo le obligara a tomar esa actitud ante tal posibilidad, algo que ahora hasta la propia esposa de López reconoce en el vídeo que acompaña este post. Pocas veces como durante las últimas fechas se ha dado una oleada mediática tan tergiversadora y manipuladora de los hechos que suceden en Venezuela como la que se está registrando. 
En una entrevista con la CNN emitida ayer, Ignacio Ramonet, director de la edición para España de Le Monde Diplomatique, dijo que el responsable nacional del partido Voluntad Popular, Leopoldo López, como “líder de una fracción” de la oposición venezolana, decidió tomar una “actitud insurreccional” ante la propuesta de diálogo del presidente Nicolás Maduro. “El presidente Maduro es un hombre que, aunque ha ganado las elecciones, desea el diálogo” con la oposición venezolana y ante esto la respuesta de López “ha sido una actitud insurreccional, un llamado a una protesta que no tiene ningún tipo de reivindicación clara”, afirmó Ramonet.
Aseveró que tal actitud de López ha creado una “fase tentativa de desestabilización violenta”, en la que una “pequeña minoría, sobre la base de una protesta estudiantil muy minoritaria, ha desencadenado una serie de violencias que han provocado muertos, heridos y sobre todo cantidad de destrozos“. “Esta pequeña minoría está dando la impresión, en particular gracias al eco mediático, que Venezuela está a sangre y fuego cuando no es la realidad“, agregó. En tal sentido, el periodista afirmó que Venezuela ha sido frecuentemente “objeto de crisis hostiles”, impulsadas por la oposición “interna” con “apoyo externo”.

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DdA, X/2.630

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