martes, 17 de diciembre de 2013

SÍ SE PUEDE: LA PRESIÓN CIUDADANA PARA DOS DESAHUCIOS EN GIJÓN


PAH GIJÓN. DIC.2013_52 copia
Jesús San Román

Loli se ha quedado sin su piso de La Calzada, pero al menos salva la casa de su padre, donde tendrá que volver a vivir con su hija. La lucha de esta mujer madre de una joven de 20 años y las movilizaciones de la Plataforma de Afectados por Hipoteca (PAH) de Asturias consiguieron paralizar las subastas (y consiguiente pérdida) del piso de ella y la casa del padre octogenario, como avalista de su hija, que estaban previstas para hoy. El BBVA decidió en su día ejecutar la hipoteca al no poder pagar la familia.
“Todavía estoy temblando. Se ha conseguido todo por lo que hemos luchado, porque mantenemos la casa de mi padre” explicaba ayer Loli, aún muy nerviosa, unos minutos después de que su abogada la telefoneara informando de que por fin el BBVA había accedido a renegociar la hipoteca en los términos que se planteaban desde la PAH como solución.
La hipoteca que pasará a tener esta pequeña comerciante será de 94.000 euros sobre la casa del padre en el Alto de la Madera, cuando el BBVA exigía que la hipoteca fuera de 125.000, porque valoraban a la baja el piso de La Calzada. En resumidas cuentas, el acuerdo ha sido la dación en pago sobre la vivienda de Loli y la hipoteca de 94.000€ sobre la casa del padre. Mientras que la imposición del BBVA era que a esta hipoteca se le sumaran 30.000 euros más.
Ahora está por ver los detalle de la nueva hipoteca, “pero en ningún caso serán los 1.300 euros al mes que venía pagando anteriormente”, apuntó aliviada. Porque el problema sobreviene cuando hay que hacer frente a unas letras enormes en unos momentos en que la actividad económica está por los suelos. Además, el mercado inmobiliario se ha depreciado de forma brutal, cosa que no reconocen los bancos al mantener las tasaciones iniciales, las de la época de la burbuja inmobiliaria.
La mañana de ayer empezó como la del pasado viernes, cuando varias decenas de personas protagonizaron una concentración en la sucursal del BBVA de la calle Ana María y que acabó con la detención de siete activistas de la plataforma, entre ellos Loli, puestos en libertad a última hora de la tarde.
En esta ocasión, ayer, la entidad estaba preparada, porque guardias jurados controlaban la entrada y les impidieron el acceso al interior de la oficina. Así que se quedaron en la calle con sus carteles y sus villancicos satíricos y reivindicativos compuestos para la ocasión. A los clientes se les informaba del caso de Loli, allí presente, y de otros miles que hay en Asturias. A la vez se lanzaban proclamas contra las entidades bancarias aludiendo a cuestiones como las clausulas de suelo y las preferentes.
Hasta las 10.45 horas estuvieron concentrados delante de la oficina bancaria de la calle Ana María, hasta que decidieron trasladar la protesta a la sucursal de la avenida Schulz, en el marco del llamamiento de bloquear las oficinas de BBVA que habían lanzado por las redes sociales. Aquí accedieron al interior del local sin problemas y una vez dentro explicaron megáfono en mano la situación de la gente que corre el riesgo de perder sus casas y de otros que han sido desahuciados por prácticas abusivas de las entidades financieras. “Hoy es Loli, mañana puedes ser tú”, voceaba uno de los activistas de la plataforma PAH.
Fuera de la oficina de la avenida Schulz una furgoneta de la Policía Nacional vigilaba, pero no se produjo ninguna intervención. No había motivo aparente. En el interior, una treintena de personas con camisetas verdes de la plataforma rotuladas con el habitual Stop Desahucios hacían cola civilizadamente para ingresar una aportación a las cuentas de sus ONGs favoritas. “Lo que pasa es que en estos tiempos de crisis igual no se puede ingresar más que unos céntimos, pero el que quiera ingresar más, es libre de hacerlo”, comentaba irónicamente uno de los activistas. En la calle otra gente repartía panfletos explicando el caso de Loli y otros colocaban en las lunas una pancarta crítica con las políticas de los bancos. Muchos de los transeúntes se detenían curiosos, preguntando qué pasaba a la gente concentrada a las puertas del banco y les expresaba su apoyo y solidaridad. Hasta hubo quien planteó propuestas de actuación para evitar los desahucios, que es mejor no reproducir aquí.
Cuando todos terminaron de hacer sus ingresos a la cuentas de las ONG, para alivio de los empleados, se pusieron en camino hacia otras oficinas del BBVA para seguir con la movilización. Y cuando se dirigían hacia la plaza de Seis de Agosto, sobre las doce de la mañana, Loli recibió una llamada de su abogada anunciando el acuerdo. Media vuelta y rumbo de nuevo hacia las oficinas de la calle Ana María que es donde Loli tiene su hipoteca. Esta vez sí dejaron entrar a Loli junto a algunos de los activistas, mientras el grueso aguardaba en la calle, satisfechos de haber conseguido evitar las subastas y consiguiente desahucios. “Hemos demostrado que sí se puede, que si se sale a la calle a denunciar a voces estos abusos, se puede evitar que los bancos se queden con las casas de la gente” comentó un activista de la plataforma.
En una nota de prensa emitida por la plataforma posteriormente, se comunicaba que “la presión social de las personas y los movimientos sociales han demostrado ser la única forma de lucha eficaz contra las injusticias de las entidades bancarias. Tras cuatro encierros, siete detenciones del viernes y las acciones en varias sucursales esta mañana, el BBVA ha cedido a aceptar el acuerdo que pedíamos desde hace más de seis meses, siendo la única solución justa y razonable”. También se agradecía a todas las vecinas del barrio del El Llano y de Gijón que se han implicado en apoyar esta causa.

DdA, X/2.571

No hay comentarios:

Publicar un comentario