domingo, 13 de octubre de 2013

PORNOGRAFÍA EN EL CONGRESO: GALLARDÓN, RAJOY, COSPEDAL O MONTORO

Jaime Poncela

A la vez que tres mujeres enseñaban las tetas en el Congreso, Wert, Gallardón y Montoro mostraban allí mismo sus ideas. Las mujeres fueron expulsadas del Hemiciclo y conducidas al furgón policial. Gallardón y Montoro fueron aplaudidos y escoltados al coche oficial. Es lo que tiene la democracia, que no tolera un desnudo en sede parlamentaria pero blinda a un gobierno que engaña y arruina a un país entero. Las tetas forman parte de la anatomía humana, están ahí de forma natural, pero las mentiras son una prótesis, un añadido artificial como ponerse un peluquín o hacerse una liposucción. Las prótesis se colocan para ocultar las taras del cuerpo y las mentiras se cuentan para esconder las del alma. La verdad es a veces lo peor de nuestra anatomía, por eso el primer impulso es esconderla para triunfar. La verdad de Gallardón, Cospedal, Rajoy o Montoro es mucho más pornográfica que las tetas de las señoras que protestaban en las Cortes, pero ellos gozan de un estatus superior gracias a las urnas y tras haber hecho una campaña electoral llena de trucos, prótesis dialécticas más vulgares que un bisoñé de pelo artificial, y mentiras tan burdas como una pata de palo. Con todo ese maquillaje obtuvieron la mayoría absoluta que viene a ser como la portada del “¡Hola!”. A partir de ahí se han tenido que poner a legislar, a hablar del paro, de los bancos o de Bárcenas y cada vez que lo hacen enseñan su verdadera anatomía, muy arrugada y decadente, de una obscenidad macabra. Sin embargo, España entera ve los desnudos ideológicos del PP en horario infantil sin que nadie denuncie tal atrocidad. Y así, en este país de la obscenidad institucional, a uno le parece más pornográfico el BOE que cualquiera de las revistas del género erótico que se puedan vender en las gasolineras. De hecho, hay ministros que afirman sentir repugnancia ante las tetas de una señora, pero esconden bajo su colchón varios ejemplares atrasados del Boletín Oficial del Estado con cuya lectura se excitan a solas. Hasta que en este país las tetas asusten menos que las mentiras, no tendremos arreglo. Ojalá llegue el día en que dos tetas tiren más que un par de carretas llenas de embusteros.

DdA, X/2.509

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