Lazarillo
Me llega la noticia de que la alcaldesa de Madrid, la única que yo sepa que no ha sido elegido democráticamente por los ciudadanos, pretende cambiar el nombre del Centro de Arte Fernán Gómez, ubicado en la Plaza de Colón de Madrid. Tal nombre fue acordado por el propio Ayuntamiento de la capital del Estado hace seis años, tras el fallecimiento de Fernando Fernán Gómez, como homenaje a uno de nuestros más sobresalientes actores, vecino de la capital de este reino en declive y sobre cuyo escenario histórico escribió varios libros y la excelente obra teatral Las bicicletas son para el verano. Según la información facilitada por Enrique Vales Villa, que ha propuesto en las redes sociales una petición de firmas para evitarlo, la señora Botella de Aznar no solo parece no comulgar ideológicamente con la memoria de quien también fuera cineasta, escritor y academico de la Lengua, sino que pretende sustituir el nombre de Fernán Gómez por otro que sintonice mejor con su ideario de peras y manzanas, y esté asimismo en consonancia con los intereses privatizadores que amenazan -también- a la mencionada institución pública. De consumarse tal probabilidad, el Ayuntamiento de Madrid propinaría tal bofetada de desprecio a la cultura española y en contra de sus propios acuerdos que, unida a la del IVA al 21% que aplicó Wert desde el Gobierno, vendría a colmar los excesos de grima de quienes valoramos la cultura sobre todas las cosas. En evitación de tamaña tropelía, y hasta en tanto los ciudadanos no puedan mandar a Botella de Aznar adonde se merece por carecer del aval democrático de los ciudadanos, Enrique Vales Villa te invita a firmar AQUÍ. Ya son más de tresmil los firmantes.

DdA, X/2.509
No hay comentarios:
Publicar un comentario