Lazarillo
A veces le llegan a este Lazarillo comunicaciones tan enjundiosas como la que un anónimo lector, que responde al seudónimo de UrelioA, puso como comentario al pie de uno de los artículos que este Lazarillo escribe muy de cuando en cuando en su blog Bocacalle del diario Público. Nada tenía que ver esta vez el artículo (Una razón para la ausencia de Aznar en Colón) con el comento, pero se conoce que de algún modo el anónimo comunicante se sintió estimulado a contar el caso de la empresa Konecta, que como se sabe despidió a una de sus empleadas recientemente por asistir al deshaucio de su propia casa. Pues bien, UrelioA cuenta otro caso aún más sangrante:
"Konecta, la empresa que ha despedido a una trabajadora por asistir a su
desahucio, tiene una larga trayectoria de brutalidad empresarial. En marzo de 2012 una vecina de Móstoles, Latifa, moría por miedo a
perder su puesto de trabajo en Konecta, la empresa que ahora ha
despedido a la joven Amaya por faltar justificadamente al trabajo el día
de su desahucio. La de Latifa es la historia de una trabajadora que falleció por seguir acudiendo a su puesto de trabajo pese a estar gravemente enferma, todo
por miedo a ser despedida gracias a un sistema laboral que permite a
empresarios sin escrúpulos despedir por una baja médica. Su situación familiar la obligaba a hacer todas las horas extra que
pudiera y a trabajar todos los días festivos. En diciembre de 2011 no
descansó ni un solo día, hasta que un día su hermano Mounir se la
encontró tirada en el suelo. En Urgencias confirmaron que había sufrido
un desfallecimiento por agotamiento, por lo que los médicos le dieron
una baja médica justificada. Una baja médica de entre 9 y 20 días es
motivo suficiente para el despido, según la reforma laboral acordada por el actual gobierno.
Konecta es propiedad del Banco de Santander en un 40% , otro 10% es
propiedad de Liberty Seguros y el resto del capital pertenece a socios
minoritarios. Es una de las empresas que hace posible que “llueva
dinero”, como dice el banquero Emilio Botín, propietario del Banco
Santander, ya que el grupo de telemarketing Konecta le proporcionó unos
beneficios de 210 millones de euros en el año 2011, beneficios obtenidos
gracias a unas condiciones laborales rayanas en la esclavitud, con
sueldos de hambre y sin tener derecho laboral alguno… Ni tan siquiera
poder asistir al desahucio de tu vivienda, como le ha ocurrido a Amaya,
la última víctima de esta empresa".
DdA, X/2.526
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