La
dura lucha por la supervivencia en una sociedad deshumanizada que
inculca la filosofía del "sálvese quién pueda" nos impide prestar
atención al retroceso en otras cuestiones esenciales para la tan
cacareada evolución del ser humano. La economía le ha dado un tremendo
culetazo al sentimiento ecologista para desplazarlo fuera de los focos.
Con seis millones de parados (unos cuantos menos descontando los que ya
se han visto obligados a emigrar), la preservación del hábitat queda
relegada, archivada en el cajón de los asuntos pendientes. Aún más, se
utiliza el desempleo como justificación de la depredación medioambiental
y de la crueldad hacia los demás animales.
En
Aragón se especula con la posibilidad de introducir el "fracking" en
nuestros Monegros. Total, para lo que hay que dañar en este erial, puede
pensar el gobierno aragonés. La sensibilidad que ha demostrado la DGA
hacia estas tierras es similar a la de una ameba. Recuerden Gran Scala.
El impacto medioambiental de este proyecto frustrado habría tenido
consecuencias medioambientales muy graves pero, las de la práctica del
"fracking", pueden ser letales.
El procedimiento consiste en la
perforación del terreno y la inyección a presión de un fluido compuesto
por agua, arena y 600 productos químicos (algunos desconocidos puesto
que las empresas se niegan a declararlos bajo "secreto comercial") con
el objeto de fracturar el subsuelo rocoso y tratar de extraer gas o
petróleo. Los graves daños en el entorno (agua, flora y fauna) y en la
salud de los habitantes ya se están demostrando en países como
Norteamérica. Pero en España no somos dados a escarmentar en cabeza
ajena. ¿Qué importa que el gas metano se filtre por nuestros acuíferos
envenándolo todo si se pueden sacar unas "perricas"? No hay que ser tan
tiquismiquis en estos tiempos de crisis.
Entre esto y la actitud que
partidos como PP, PSOE y UPyD han demostrado con su postura acerca del
Toro de La Vega, me sumo a la cita que pronunció recientemente Cayo
Lara. ¡Hasta los mismísimos me tiene estos monos parlantes que dicen que
nos representan!. Su visión cortoplacista y la falta de compromiso con
la propia especie (y por supuesto con todas las demás) está destruyendo
nuestro soporte vital.
Pero además, cuando alientan crímenes sangrientos
de otras bestias, como el Toro de La Vega, animan al instinto más bajo
y ruin del mono erectus. La tortura y asesinato como fiesta.
Personalmente, reniego de cualquier político que apruebe estas
prácticas. Ningún animal atenta así contra su medio ni disfruta matando
sádicamente a otra criatura. Me aterroriza pensar que seres tan feroces e
involucionados dirigen nuestras vidas. Aunque ésto explica muchas
cosas. Así nos va.
DdA, X/2.485
1 comentario:
Así nos va... votando crueldad contra seres vivos indefensos, con el fin de ¿diversiön? ¿Cómo vamos a esperar que la gente de estos partidos, se sensibilice ante tanta desgracia que están causando las políticas de recortes? Creo que tenemos un serio problema con la ciudadanía que no se levanta ante tanta barbarie.
Ya es tiempo de despertar y enfrentarse a tanta ignominia contra los animales y contra nosotros....
Publicar un comentario