Lo peor que nos puede suceder
al buscar a quien defienda nuestros intereses, es confiárselo a un
impostor, a un incompetente o a un mentiroso. Creo que las tres
cualidades las reúne el gobierno español de actualidad. Impostor es el que sabiendo sólo a medias de una materia, simula
dominarla y se ofrece para gestionar nuestro interés. Incompetente,
porque en lugar de gobernar para todos gobierna sólo para camarillas muy
concretas.
A diferencia de lo que sucede en la vida social en la que el
incompetente y el impostor una vez descubierto es cesado de manera
fulminante, en la política el incompetente e impostor que se ofreció en
las urnas atribuyéndose aptitudes de las que carece, fuerza al país a
soportarle porque no hay previstas medidas oportunas para echarle a
puntapiés...
Partiendo de la base de que en este gobierno hay más charlatanes que
estadistas; partiendo de la base que los charlatanes mienten al negar
evidencias divulgadas por los medios de comunicación imposibles de
inventar o de falsear; partiendo de la base de que esos charlatanes
están causando perjuicios irreversibles a millones de ciudadanos, la
imagen proyectada a la ciudadanía y al resto del mundo es la de que en
lugar de un gobierno democrático lo que hay es un puñado de truhanes al
frente del país.
Ahora que estamos en plenas vacaciones estivales pueden distinguirse
dos clases de visitantes. Unos son turistas y otros hacen peregrinaje.
Los peregrinos quieren ver con sus propios ojos cómo los habitantes de
este país pueden convivir con una plaga de corruptos aferrados al poder;
rufianes que se escudan en haber sido elegidos, cuando todo el mundo ha
comprobado que lograron la elección a base de una sarta de engaños a la
nación entera.
DdA, X/2.442
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