lunes, 10 de junio de 2013

LOS MÁS DE 3.000 SUICIDIOS DE 2011 EN ESPAÑA Y LA CENSURA MEDIÁTICA


Lazarillo

Llama la atención que los datos ofrecidos por el Instituto Nacional de Estadística, relativos en este caso al año 2011, no tengan la relevancia noticiosa que debería darse a un hecho que constituye la primera causa de muerte violenta en España y que sólo dos medios, Mundo Obrero y Tercera Información, han investigado hasta el punto de especificar que, en 2012, más de un centenar de ciudadanos (119) se suicidaron como consecuencia de los desahucios, al no poder pagar la hipoteca bancaria de sus casas. Leemos hoy en El País que los golpes a la política hipotecaria del Gobierno español procedentes del Parlamento Europeo y de otras instituciones parecen no tener fin. La semana pasada fue la concesión del premio Ciudadano Europeo 2013 a la Plataforma de Afectados por la Hipoteca (PAH). El tirón de orejas viene ahora de un informe sobre vivienda social que el pleno de la Cámara tiene previsto aprobar mañana. El documento, que ya obtuvo el sí de la Comisión de Empleo y Asuntos Sociales de la Eurocámara en abril, incluye una serie de recomendaciones, entre las que se incluye la petición de que la normativa europea “incluya procesos de renegociación de la deuda o la dación en pago [que la entrega del bien hipotecado baste para saldar la deuda] para los deudores o familias en situación de quiebra”.¿No debería algún otro medio, aparte de los primeramente citados, sentirse implicado para tratar alguna vez el tema de los suicidios en España, aunque solo fuera por disimular en parte ese ominoso y ruidoso silencio que a cualquiera analista con un mínimo de perspicacia le induciría a pensar en la censura previa como razón fundamental para no tratarlo o ignorarlo? Esta información, comentada por Un espía en el Congreso, debería remitirse de inmediato al eurodiputado del Partido Popular que comparó a los defensores de las víctimas de los desahucios -entre las que está ese centenar largo de suicidas- con el terrorismo etarra:

España es un país que está resistiendo bien la crisis porque a pesar de la dureza y crueldad con que sus dirigentes tratan a los ciudadanos, la “paz social” es un hecho incuestionable, dice el economista hindú Raghuram Rajan, autor del libro Grietas del Sistema. Y no le falta razón, solo que las causas de esta “paz social” no están en la eficacia de los sindicatos y de los partidos de la oposición para vehicular todo el odio e indignación que suscita el saqueo permanente de esta “casta” o “partitocracia” que arrasa nuestra economía, sino que directamente se han unido a ella en detrimento de los propios españoles. Por eso la “paz social” en España, construida a costa de desarticular la sociedad civil para sustituirla por partidos y sindicatos subvencionados, se basa en un hecho oculto que provoca la ausencia de salidas y alternativas: 3.158 españoles se han suicidado, 119 de ellos por desahucios. 
Esta semana ha ocurrido en Málaga, uno más. Leandro C.M.G., de 36 años de edad, se ha quemado a lo bonzo frente a la Junta de Andalucía, que le había negado una ayuda para atender a su madre, que falleció por ello. El político responsable, delegado territorial de Salud y Bienestar Social en Málaga, el socialista Daniel Pérez, se lavó las manos: “su expediente no se resolvió favorablemente porque no se presentó la documentación solicitada”.Hasta el presidente andaluz, José Antonio Griñán, se mostró inflexible: “no consta ninguna solicitud en la Junta de Andalucía”.
Su caso apenas suscitó unas líneas en la prensa ni generó interés en el resto de la sociedad, cuando este mismo hecho en Túnez, cuando el joven universitario y vendedor ambulante, Mohamed Bouazizi, se prendió fuego y produjo desde 2010 una oleada de revoluciones y derrocamientos de partidos en el mundo árabe: Túnez, Egipto, Libia, Siria y ahora Turquía, donde la sociedad civil también ha hecho retroceder al “sultán” Erdogán manifestándose masivamente en la calle sin perder su capacidad de intimidar a los políticos.
La crueldad e insensibilidad de los políticos en torno al drama de la pobreza y el paro ha convertido a España en la vergüenza del mundo, sin que los poderes públicos se aperciban de la gravedad de la catástrofe para quienes la sufren. Este cataclismo ha obligado al movimiento 15-M a abrir una página en wikipedia para intentar cuantificar el número de suicidios en España relacionados con la crisis, cifra que va a aumentando cada mes. No están incluidas las tentativas como la del joven Leandro en Málaga, lo que incrementaría notablemente la cifra.
La situación parece evidenciar que en España, ante la falta de alternativas políticas, los ciudadanos optan por quitarse la vida antes que rebelarse contra el régimen o ayudar a su derrocamiento o sustitución. Algunos movimientos sociales están barajando la idea de dar a conocer los nombres de los políticos con cargo y sueldo vigente que desempeñan su labor en la provincia en la que se produce el suicidio de un ciudadano por las crisis, para poder hacerlos algún día responsables del mismo. El propio Leandro, con quemaduras en un 50% de su cuerpo que le han destrozado la vida, culpó a Rubalcaba y a la Junta de Andalucía por su desesperación. Los ciudadanos saben bien donde apunta el origen del drama.
Aunque la prensa y las administraciones públicas lo silencian, ya es oficial que el suicidio es la primera causa de muerte violenta en España, pues en 2011 aumentó  a 3.158 casos debido a la pobreza, al paro y a los desahucios, según el Instituto Nacional de Estadística. La enumeración se hace muy difícil en estos casos, que solo transcienden muy pocas veces a la prensa y cuya relación se publica en cualquier caso con mucho retraso. Uno de los escasos datos que se conocen fue divulgado por Tercera Información y Mundo Obrero, dos diarios que han investigado el drama y han estimado en 119 el número de personas que se quitaron la vida entre enero y noviembre de 2012 al ser desahuciados por no poder pagar la hipoteca bancaria.
El desastre se agrava porque los periodistas del régimen son obligados a silenciar estos sucesos, ya que los medios de comunicación son víctimas de una creencia política, alimentada por la “casta”, que presupone que la publicación de la noticia de un suicidio provoca un sentimiento de imitación en quien, padeciendo las mismas circunstancias que el afectado, la lee o escucha. Esto lleva al silencio y a la censura, en unos momentos en que es fundamental conocer cual es la realidad del verdadero impacto de la crisis económica en las clases medias y trabajadoras de España.

DdA, X/2.409

2 comentarios:

Jacint dijo...

En Badia del Vallès -aglomeración urbana entre Barcelona y Sabadell, donde se vive en situación de extrema pobreza colectiva- los suicidios en la vía del tren son del orden de uno a tres cada semana, silenciados por los medios. Entre los causas, no sólo los deshaucios, sino el hambgre y el paro. Sólo perciben algo los viajeros del tren. Pero lo saben de buena tinta las personas que acogen a quienes buscan ayuda o las que presiden después los funerales.

Lazarillo dijo...

Me gustaría tener información más detallada sobre esto, Jacint, por si te puedes enterar de alguna forma. Gracias.

Publicar un comentario