TERTSCH, HIJO DEL NAZI TERTSCH

          Ekkehard Tertsch, padre de Hermann, tenía predilección por el Valle de los Caídos, a restaurar por el vigente Gobierno mediante una subvención de 300.000 euros.

Lazarillo

Es criterio de este Lazarillo no juzgar por la ascendencia la personalidad del prójimo, pues pecaría contra el princicipio fundamental de que solo se nos puede calificar por nuestros actos, pero como Hermann Tersch viene haciendo gala desde hace años -después de abandonar el diario El País, sobre todo- de un comportamiento profesional en extremo beligerante y provocativo con la izquierda y las corrientes soberanistas periféricas, para ganarse un lugar  cada vez más radical entre la ultraderecha más rancia, no nos extraña que el catalanismo independentista haya sondeado en el currículum del periodista hasta descubrir lo que sigue, publicado hoy en NaciòDigital:

Hermann Tertsch és fill d'Ekkehard Tertsch (Viena 1906-Madrid 1989), un refugiat nazi que va aconseguir escapar-se de les forces aliades disfressat de capellà catòlic. Un cop a Madrid, va rebre protecció del règim franquista , que li va permetre relacionar-se amb les altes esferes de l'estat espanyol. Un fet que potser explica que el seu fill sigui capaç d'aplaudir, públicament, l'execució de Lluís Companys.Tertsch va ser un afiliat primerenc al Partit Nazi a la seva Viena natal. Després de l'ocupació d'Àustria per part de l'exèrcit alemany va ascendir en l'escalafó de les Sturmabteilung (forces paramiliars al servei d'Adolf Hitler), arribant primer al grau  d'Oberrsturmführer (gener del 39) i, més tard, al de Sturmbannführer.A Madrid va exercir de periodista i va aconseguir una certa rehabilitació per part del govern federal austríac. Va exercir diversos càrrecs en l'associació de corresponsals estrangers i el 1965, per encàrrec de la Unió Europea de la Premsa Econòmica, va organitzar a Madrid el sisè congrés de l'entitat. El lloc triat per Tertsch va ser el Valle de los Caídos.

Posiblemente el periodista Hermann Tertsch no se sienta ni afectado ni ofendido en la actualidad por la publicación de esta noticia, pues su criterio al aplaudir públicamente la ejecución por parte de la dictadura franquista del presidente de la Generalitat de Cataluña, Lluís Companys, es el mismo que posiblemente sostendría su padre, aunque no podamos afirmar en este caso que honra merece a quien los suyos se parece. No olvidemos que fueron los nazis a través de la Gestapo quienes entregaron a Companys a las autoridades franquistas, en agosto de 1940, para que fuera fusilado dos meses después en el castillo de Montjuic.

DdA, X/2399