Félix Población
Jugó en el Real Madrid hasta la temporada
1963-64 y dio a ese club, en compañía de una delantera formidable, la nombradía
sobre la que se sustenta su historia al obtener una serie de trofeos que ningún
otro equipo consiguió en las competiciones nacionales e internacionales. Di Stéfano
es una de las tres máximas glorias vivientes e incuestionables de la historia
de ese deporte. Como tal, el anciano exfutbolista ha reunido un importante patrimonio
cuyo destino preocupa ahora a sus cinco hijos, una vez fallecida hace siete
años su madre y después de que don Alfredo, a sus 86 años, declarara a la
prensa que piensa casarse más pronto que tarde con su secretaria, Gina González,
medio siglo más joven.
Los hijos del presidente de honor del Real Madrid han decidido "solicitar ante los Juzgados
competentes, y en su exclusivo interés, su declaración de incapacidad", según
han informado en un comunicado hecho público ayer, “ante el deterioro evidente
de las facultades físicas e intelectivas que se viene observando en nuestro
padre desde hace meses, previo diagnóstico médico de su estado de salud”. Presuntamente sería el dinero la verdadera causa de esta decisión, según
informa en su crónica de hoy la periodista Lola Hernández. Los hijos están muy
preocupados por los intereses económicos de su padre. Temen que con la boda de
Gina todo el patrimonio de su padre pase a manos de esta mujer costarricense. Las cuestiones económicas ya han sido fuente de discordia entre los hijos de Di
Stéfano, recuerda Hernández, como ocurrió con los trofeos individuales conseguidos por su padre como el Súper Balon
de Oro. El Real Madrid ofreció en su día una cantidad
de dinero por los premios ganados por Di Stéfano, pero sus hijos no aceptaron
las propuesta.
En cuanto a las razones por las cuales don Alfredo ha decidido casarse con
su secretaria, leo en la crónica de Lola Hernández que Gina le dio a Di Stéfano
el cariño que necesitaba, antes y después de la muerte de una de las hijas del
exfutbolista, Nina, con la que este vivía hasta el pasado mes de diciembre. “Ha estado con él para comer, para cenar y
para reír. Los que conocen a Alfredo no ven con buenos ojos esa relación, pero confiesan que Di Stéfano está feliz. Ha encontrado en quien fuera
becaria de la Fundación
del Real Madrid una compañera en sus últimos años”.
Desconozco qué habrá de verdad o de bulo o de morbo amarillento en las informaciones
que se dan o vayan dando sobre este caso, ya en el último tramo de la vida del
extraordinario futbolista, pero tal parece que con este postrero capítulo de su
biografía se describe la propia historia de un deporte que, gracias entre otros
a don Alfredo Di Stéfano, nos parecía maravilloso a los chavales de aquellos
primeros años sesenta del pasado siglo. Todo lo que representaba entonces y recuerda nuestra memoria no se puede
pagar con todo el dinero que mueve el fútbol ahora. Sería deseable que tanto los hijos como la
secretaria de Di Stéfano valorasen al anciano delantero centro de nuestros jóvenes corazones futboleros más por la ilusión que movió como futbolista que por el
dinero que deja. Pero eso quizá sea pedir demasiado en los tiempos que corren.
DdA, X/2379
2 comentarios:
No me gusta el fútbol pero el artículo sí, porque el caso es el de la propia sociedad en que vivimos, el del mundo en que estamos y en el que cada vez estamos más atados al dios dinero, somos sus siervos y toda idea y sentimiento naufraga en ese mundo.
Su hija Nannette ,era su sombra , le protegia , le cuidaba en todos los sentidos . No se lo agradecian . Ahora notan su ausencia todos .
Hacia un gran trabajo con mucho amor a su padre . Ahora es tarde , Nannette ya No esta . Al menos ahora cuando ya No esta : Se ha reconocido su esfuerzo , paciecia y AMOR hacia su padre y la Familia .
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