jueves, 18 de abril de 2013

LA ESPAÑA NAZI SEGÚN EL PARTIDO POPULAR

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Ana Cuevas

A veces creo que es un sueño. Mejor dicho, una mala pesadilla. El mundo que conocí ha tomado forma de una piedra de molino que pulveriza meticulosamente cualquier semilla de rebeldía que pueda atascar su injusta maquinaria. Todo está patas arriba. La carga de la prueba está invertida como invertida está una sociedad que salva a los delincuentes financieros y criminaliza a sus víctimas. 

Ahora es posible que servidora sea nazi. Lo aseguran los padrastros y madrastras de esta maltratada patria. Claro que, los nazis de los que hablan la Aguirre, la Cospe y compañía, ya no portan esvásticas ni calcinan seres inocentes en eficaces hornos crematorios. Ahora somos más chungos, más ladinos. Hemos cambiado de bando y de estrategia. Camuflados de otromundistas, de perros y yayos flautas, de familias desahuciadas, de ciudadanos y ciudadanas solidarias, no podemos controlar el hitler que llevamos dentro y amenazamos con hacer añicos el escaparate de una democracia de opereta. Y encima usando armas fascistas de destrucción masiva como el sanguinario pacifismo. Al estilo de otro famoso nazi de origen hindú llamado Gandhi. ¡Ríanse ustedes del doctor Mengele!. 

Los neonazis españoles somos gente retorcida que participa en escraches no violentos que, sin embargo, violentan en extremo a nuestras autistas señorías. Por éstas y otras fechorías, del cielo nos llueven multas y alguna que otra hostia más o menos consagrada. Y ni aún así aprendemos. ¡Se nos ocurre cada cosa! Por ejemplo: tengo entendido que se podrá quitar la nacionalidad a un extranjero, aunque lleve más de doce años siendo español en los papeles, por cosas como participar en un escrache. 

Llámenme nazi si quieren, pero yo propongo hacer eso exactamente con los anti-patriotas que se ponen a España por montera mientras evaden capitales fuera de nuestras fronteras. O con los políticos insensibles al sufrimiento de un pueblo al que deberían servir como juraron un día. Quitarles una nacionalidad que no merecen para confinarles en esos humanitarios campos de internamiento que ellos mismos han creado. Administrarles un poco de su propia medicina. Al fin y al cabo, su crueldad es el origen de lo que denominan la nueva España nazi. Somos posibles por ellos. Gracias al exterminio masivo de nuestros derechos más elementales. Sin quererlo, son las musas que inspiran el movimiento de resistencia ciudadana. Un acicate para nuestro solidario fanatismo de enfebrecidas masas pacifistas ¡Heil Espe! Los que vamos a escrachar, te saludan.

PUNTOS DE PÁGINA 
Los españoles de bien
España se divide en dos mitades: la chusma, esos nazis filoetarras que ladran su rencor por las esquinas, y los españoles de bien. "Nuestros votantes dejan de comer antes de no pagar la hipoteca", dijo María Dolores de Cospedal en una intervención para guardar (que después ha desmentido, con la misma contundencia con la que explicó el despido simulado de Luis Bárcenas). Son esa "mayoría silenciosa" que no protesta, asegura la secretaria general del PP citando a Nixon. Es una mayoría tan callada que nunca hemos sabido de ella; en las estadísticas no aparece. En España hay un 3% de familias que dejan de pagar la hipoteca y también tenemos un 0% de muertos por no comer, así que una de dos: o Cospedal miente, o ya es casualidad que absolutamente todos los hipotecados que pagan sus deudas voten al PP; de hambre no parecen fallecer.+@Javier Escolar

+@El desahucio de la democracia

DdA, IX/2362

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