Ana Cuevas
La mañana se despierta en pie de guerra. Una prepotente ventolera se
adueña de la ciudad disparando gélidas ráfagas de aire amotinado contra
todo lo que se le pone por delante. Mi tierra es el patio de recreo de
un poderoso viento que por aquí conocemos como cierzo. Los aragoneses
estamos hechos a esa furia curtidora de rostros y voluntades. Pero hoy
la chulería eólica supera lo habitual. Este 23 de febrero la
meteorología ha decidido manifestarse en forma de airados latigazos para
unirse a la galerna que reune a todas las mareas.
Hay otro 23 de
febrero enquistado en la memoria de mi adolescencia. Un recuerdo
atrapado en un torbellino de miedos y vergüenzas racheados. Un golpe del
viento de la ira que intentaba hacer volar la democracia por los aires.
Amainó y nos creíamos a salvo de remolinos de golpistas. Pero mientras
vigilábamos que ningún salvapatrias (con o sin tricornio) volviera a
amenazar la soberanía popular, un silencioso golpe se había adueñado del
estado. Un pucherazo financiero que ha barrido huracanadamente nuestras
libertades y derechos.
No nos llovieron del cielo. Fueron los logros de la lucha de muchos hombres y mujeres que se dejaron la piel en el pellejo para que nosotros no viviéramos con la cabeza debajo de una bota. Hoy, 23 de febrero del 2013, sus indignados fantasmas se han aliado con la rosa de los vientos para empujar nuestros aborregados culos de sus cómodos asientos. La democracia está en grave peligro. No sirve de nada delegar en la providencia política o divina para cambiar el miserable destino que preparan. Para bien o para mal, somos responsables últimos de ese destino. Podemos hacer del futuro de estas tierras un reguero de cobardía que agonice en un sucio desagüe. O podemos sumergirnos en el tsunami de mareas y arrasar con la corrupción, la injusticia y las cadenas.
Un frente de aguas vivas impulsadas por un pueblo valiente y orgulloso que no teme aliarse con el cierzo. Ha llegado la hora de mojarse. De saber en verdad de qué pasta estamos hechos. Créanlo: la respuesta está en nosotros, no en el viento.
PUNTOS DE PÁGINA
Algunos profesores y alumnos del IES Ingeniero de la Cierva de Murcia
han grabado un vídeo titulado Gracias Grecia: nuestra herencia en el
que recuerdan en unos pocos minutos las creaciones de aquella cultura
que hoy siguen vivas también entre nosotros.
En Grecia se han sorprendido con este reconocimiento y se está
hablando de ello en muchos programas de la TV y la radio helenas. El
vídeo ha recibido ya en YouTube más de 300.000 visitas. Es necesario
decir también que ese vídeo forma parte de una iniciativa que se está
extendiendo por todo nuestro país y que se denomina “Yo conozco mi
herencia” con la cual no solo se quiere rendir un homenaje al país que
ha sido cuna de nuestra cultura (que lo necesita ahora más que nunca),
sino también para que en la nueva Ley de Educación (LOMCE) no
desaparezcan también la Cultura Clásica de 3º de la ESO ni el Griego de
Bachillerato que hoy es una asignatura de Modalidad y quieren
transformarla en una optativa.
Y, lo mismo ocurre con la Historia de la Filosofía en 2º de
Bachillerato que quieren dejarla como optativa. ¿Eso considera nuestro
ministro que es una “mejora de la calidad educativa”?— Asunción Oliva Portolés. Catedrática de Filosofía jubilada y estudiante de Griego Moderno.
DdA, IX/2.314
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