Félix Población
María Dolores de Cospedal García es licenciada en Derecho por la Universidad CEU San Pablo de Madrid y abogada del Estado. Desde hace veinte años viene ocupando puestos de responsabilidad en la Administración. Actualmente es presidenta de la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha y secretaria general del Partido Popular, esto es, la segunda de a bordo del partido que gobierna España. Todos esos méritos, sin embargo, han quedado repetidamente rebajados a través de las sucesivas manifestaciones de la susodicha a lo largo de su trayectoria política. En la memoria de los españoles ha quedado muy grabada aquella declaración en la que doña Lola afirmaba que el suyo era el partido de los trabajadores.
Creo que después de tal alarde de cinismo, avalado por la reforma laboral que el Partido Popular ha aprobado bajo la actual gobernación de su líder Mariano Rajoy, nunca como ayer sentí tanto bochorno al escuchar las absurdas, incomprensibles y al mismo tiempo chulescas explicaciones de Cospedal sobre el finiquito del extesorero Bárcenas. Por más que los periodistas intentaron aclarar el galimatías repitiendo su pregunta, la secretaria general no solo no pudo salir del embrollo en que se había metido por tratar de dar coherencia a unos argumentos basados en la más descarada falacia, sino que mostró hasta una cierta prepotencia por haberlos expuesto de modo tan incongruente.
Dudo mucho que ante un caso tan grave como el de Luis Bárcenas, a sueldo en el Partido Popular hasta el pasado 31 de enero, pueda manifestar otro compañero de la aludida -salvo quizá Floriano- tan absurda argumentación como la que ayer exhibió Dolores de Cospedal. Unas respuestas como las suyas son insultantes para los periodistas, y lo son mucho más cuando se reiteran ante la solicitud de aclaración por parte de estos. De repetirse ruedas de prensa como la de ayer, va a tener que eludir el PP las preguntas de los informadores, tal como en ocasiones hace don Mariano, acaso para evitar caer en el ridículo con engreimiento que protagonizó la secretaria general.
A fin de comprobar la entidad de esas absurdas respuestas, el reportero Gonzo, en El Intermedio, nos ofreció la charla que mantuvo por teléfono con un asesor laboral para tratar de aclarar la cuestión del finiquito de Bárcenas según doña Lola de la Mancha. Obviamente, no pudo ser. Es lo que ocurre cuando la dimensión de la mentira no se puede disfrazar con las palabras, porque no hay palabras ni argumentos capaces de ocultarla. Pese a ello, el Partido Popular sigue empeñado en la tarea, como cuando durante años mantuvo aquella otra patraña de la conspiración del 11-M, que todavía Arenas ha sacado a colación, comparándola con la que ahora también se podría haber urdido.
Creo que después de tal alarde de cinismo, avalado por la reforma laboral que el Partido Popular ha aprobado bajo la actual gobernación de su líder Mariano Rajoy, nunca como ayer sentí tanto bochorno al escuchar las absurdas, incomprensibles y al mismo tiempo chulescas explicaciones de Cospedal sobre el finiquito del extesorero Bárcenas. Por más que los periodistas intentaron aclarar el galimatías repitiendo su pregunta, la secretaria general no solo no pudo salir del embrollo en que se había metido por tratar de dar coherencia a unos argumentos basados en la más descarada falacia, sino que mostró hasta una cierta prepotencia por haberlos expuesto de modo tan incongruente.
Dudo mucho que ante un caso tan grave como el de Luis Bárcenas, a sueldo en el Partido Popular hasta el pasado 31 de enero, pueda manifestar otro compañero de la aludida -salvo quizá Floriano- tan absurda argumentación como la que ayer exhibió Dolores de Cospedal. Unas respuestas como las suyas son insultantes para los periodistas, y lo son mucho más cuando se reiteran ante la solicitud de aclaración por parte de estos. De repetirse ruedas de prensa como la de ayer, va a tener que eludir el PP las preguntas de los informadores, tal como en ocasiones hace don Mariano, acaso para evitar caer en el ridículo con engreimiento que protagonizó la secretaria general.
A fin de comprobar la entidad de esas absurdas respuestas, el reportero Gonzo, en El Intermedio, nos ofreció la charla que mantuvo por teléfono con un asesor laboral para tratar de aclarar la cuestión del finiquito de Bárcenas según doña Lola de la Mancha. Obviamente, no pudo ser. Es lo que ocurre cuando la dimensión de la mentira no se puede disfrazar con las palabras, porque no hay palabras ni argumentos capaces de ocultarla. Pese a ello, el Partido Popular sigue empeñado en la tarea, como cuando durante años mantuvo aquella otra patraña de la conspiración del 11-M, que todavía Arenas ha sacado a colación, comparándola con la que ahora también se podría haber urdido.
PUNTOS DE PÁGINA
El PP ha presentado un plan sobre la corrupción pero cuando tenía en sus
manos un caso como ejemplo perfecto se ha dedicado a buscar salidas
absurdas. Los partidos no han decidido enfrentarse a la corrupción sino
ventilar un poco el mal ambiente que se respira en la sociedad sin
solucionar nada. Lo mismo pasa con respecto a la reforma dentro de los
partidos, ¿cómo van a gestionar la democracia de todo un país quienes no
pueden gestionarla dentro de sus propios partidos?+@Iñaki Gabilondo
LOS DONATIVOS DE BÁRCENAS
COINCIDEN CON ADJUDICACIONES DEL PP
Gran parte de las donaciones apuntadas a mano en la supuesta contabilidad B de Luis Bárcenas se solapan en el tiempo de forma milimétrica con lucrativos contratos públicos firmados por administraciones gobernadas por el Partido Popular. +@http://www.eldiario.es/politica/Barcenas-adjudicaciones-contratos-decididos-PP_0_104990206.html
LOS DONATIVOS DE BÁRCENAS
COINCIDEN CON ADJUDICACIONES DEL PP
Gran parte de las donaciones apuntadas a mano en la supuesta contabilidad B de Luis Bárcenas se solapan en el tiempo de forma milimétrica con lucrativos contratos públicos firmados por administraciones gobernadas por el Partido Popular. +@http://www.eldiario.es/politica/Barcenas-adjudicaciones-contratos-decididos-PP_0_104990206.html
DdA, IX/2.317
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