Antonio Aramayona
Me quedé con la boca abierta: un martes, 5 de febrero de 2013, Bárcenas y
Cospedal habían estado en un mismo programa, juntos, aunque no revueltos. Leo
que, durante un hora, la secretaria general del PP negó todo con su cínico
aplomo de esfinge: papeles de Bárcenas, sobres, contabilidad B del partido… El
extesorero del PP, por su parte, hizo otro tanto telefónicamente: negó la
autoría de los papeles publicados por el diario El País, los sobresueldos,
etc., e incluso se ofreció a ser
sometido a la prueba del polígrafo para avalar sus aserciones y explicó la
polémica como una campaña descalificatoria contra el PP. Todo un show, vamos.
En mi ignorancia, desconocía que había un programa de éxito entre la
derecha más devota de la derechona llamado “El cascabel al gato” de un canal de
televisión, 13TV, propiedad de la Conferencia Episcopal.
Indagando, conocí que una de los periodistas es Isabel Durán, de la que
Wikipedia informa que “ha trabajado también en Diario 16 y
ABC, y ha sido comentarista política de distintos
programas en radio y televisión, como son la Cope, Radio
España, Onda
Cero, Los desayunos de TVE y Antena 3 TV.
Desde principios de la década de 2000 ha sido analista política en programas de radio como La Mañana y La Tarde de la Cope, La Espuela y El
gato al agua (2008- ) de Radio Intereconomía, Libertad
Digital y algunos programas de televisión, por ejemplo, La noria
(2008-2012), La mirada crítica y El gran debate (2012- )
de Telecinco,
Madrid
opina (2007-2011) o Alto y claro (2007-) de Telemadrid.
Desde 2012 presenta el programa de entrevistas Sin rodeos en 13 TV·.” Otro
periodista del programa, Ángel Expósito, luce un currículum similar.
Del director del programa, Antonio Jiménez, dice Wikipedia: “desde el 2005 y hasta el 24 de enero de 2013
fue director de Radio Intereconomía y director-presentador del
programa El gato al agua que se emite simultáneamente
por Intereconomía TV y Radio Intereconomía. En 2013 fichó por la cadena 13 TV”.
Con lo cual, desembocamos en la cadena televisiva misma: 13TV, de la que la Conferencia Episcopal
es propietaria del 51% del accionariado y que en su día engulló la red Popular
TV y alquiló una de las frecuencias de Unidad Editorial (producto, a su vez, de
la fusión de Grupo Recoletos y
Unedisa). A Unidad Editorial pertenece el diario El Mundo y la radio Libertad
Digital, de Federico Jiménez Losantos.
Del canal episcopal 13TV es
preferible no decir nada de mi propio coleto y dejar que los señores obispos y
acólitos se expliquen como han creído oportuno en su sitio web http://www.13tv.es/: “El 6 de noviembre de 2010 inició sus
emisiones en pruebas con la retransmisión de la visita del Papa Benedicto XVI a
Santiago de Compostela y Barcelona (…). La cadena, de la que es accionista
mayoritaria la
Iglesia Católica (Conferencia Episcopal Española) comenzó sus
emisiones con un presupuesto de veinte millones de euros, contando en sus
inicios una audiencia de entre el 0,2 y el 0.7 por ciento. Tras la ampliación
de capital que se realizó en marzo de 2011, sus principales accionistas son
Cope; el expresidente de Antena 3, José María Mas Millet, y la sociedad
Socuat”.
El señor Mas Millet fue elegido
en mayo del año pasado presidente de Bancaja. En el web del Directorio de
empresas Socuat se lee que su “objeto social” es “la
adquisición, alquiler, venta, producción, transmisión y comercialización de
cualquier tipo de obras sonoras o audiovisuales, en cualquiera de sus
modalidades. La organización y transmisión de acontecimientos culturales”.
Volviendo al web de la episcopal 13TV, leemos que
su “objetivo claro” es “una
apuesta por la televisión de calidad dirigida a todos los públicos”, la CEE es su “principal
accionista” y sus principales máximas son “la pluralidad y el respeto”, estando
abierta “a todas las posturas, opiniones y creencias, pero con una clara
apuesta por la defensa de los valores del humanismo cristiano”. La cadena de la jerarquía hispana de la SICAR (Santa Iglesia Católica
Apostólica Romana) sigue diciendo que “nacimos con el deseo de convertirnos en
el canal de referencia de la comunidad católica. Cada día acercamos a los
espectadores la celebración del Ángelus y la Santa Misa. Prestamos
especial atención a todos aquellos acontecimientos litúrgicos y religiosos que
se desarrollan tanto a nivel nacional como internacional. Hemos acompañado a Su
Santidad el Papa Benedicto XVI en la Jornada Mundial de la Juventud, en sus visitas
a México y Cuba, y en el Encuentro Mundial de las Familias celebrado en Milán”.
A continuación, son presentados
en el web de 13TV algunas de sus máximas figuras: “Profesionales de amplia
trayectoria como Nieves Herrero, Curri Valenzuela, Víctor Arribas, Inmaculada
Galván o Inés Ballester, comparten protagonismo con otras jóvenes figuras del
periodismo como Alfonso Merlos, María Rodríguez Vico o Elena Miñambres”. A
quien tenga tiempo y ganas de informarse sobre los colaboradores, no tiene más
que acudir a san Google o a santa Wikipedia.
Me limito, por último, a hacer
una pequeña reflexión, seguramente tan impía como demagógica: desde el respeto
a la libertad de expresión, nada hay que objetar a la existencia misma del
canal televisivo 13TV ni de ningún otro; a quien no le guste o no comparta sus
programas no tiene más que no verlo con una simple presión del dedo sobre el
mando de su televisor, en el libre ejercicio del zapeo.
Otra cosa bien distinta es la
utilización que los obispos españoles católicos hacen del dinero público (unos
10.000 millones de euros, libres de impuestos) que, lamentablemente, aún
reciben del Estado español y de la contribución fiscal de toda la ciudadanía.
Es una desvergüenza por parte de la Iglesia Católica que destine el dinero de todas y
de todos, recibido en virtud de un casposo Concordato y unos Acuerdos
inconstitucionales en no pocos de sus términos, a hacer propaganda de la
ideología reaccionaria y de posturas intransigentes. Es una vergüenza igual a
la vergüenza de que aún reciban ese dinero, más considerando la época de recesión
económica y social en que está sumida buena parte de la sociedad española. Los
obispos son culpables del destino que dan a ese dinero y de la recepción misma
del dinero. Sin embargo, los verdaderos culpables es el poder ejecutivo y
legislativo que no mueven un dedo (¡todo lo contrario!) por cambiar esta
situación.
Con mi dinero, NO, señores
obispos.
Entiendo que quieran unirse con
los grupos, personas y fuerzas más ultraconservadores, pues la cabra siempre
tira al monte.
Pero con el dinero del pueblo,
NO.
DdA, IX/2.298
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