Martes, 21 de enero de 2013
No
estoy dispuesta a que dejarme invadir por el desánimo. Utilizando el que seguro
es el argot del “Coronel” intento convencerme de que he perdido una batalla
pero no la Guerra, así que cuando Pedro Peinado me sugiere que busque en la
Causa General, me pongo manos a la obra confiando en encontrar algo de
información para ir recomponiendo la historia de la represión del abuelo por si
ocurriera lo peor y lo peor en este caso
es que no pudiera ver nunca el sumario.
Debo
estar muy afectada por la situación de ayer en el Archivo de Defensa, porque me
acabo de leer el prólogo de la “Causa General de la Guerra Civil Española, la dominación roja en España” firmado por Eduardo Aunós, promotor de la Causa y Ministro de Justicia en 1943,
y ahora tengo ganas de vomitar. Desaconsejo su lectura salvo que se sea muy franquista
y se utilice solo para purgarse.
La
Causa General fue creada por Decreto
de 26 de abril de 1940 y ratificado por el de 19 de junio de 1943 y
“Atribuye al Ministerio Fiscal, subordinado al Ministerio de Justicia, la honrosa
y delicada misión de fijar, mediante un proceso informativo fiel y veraz para
conocimiento de los Poderes públicos y en interés de la Historia, el sentido,
alcance y manifestaciones más destacadas de la actividad criminal de las
fuerzas subversivas que en 1936 atentaron abiertamente contra la existencia y
los valores esenciales de la Patria, salvada en último extremo, y
providencialmente, por el Movimiento Liberador”.
La Causa General fue un procedimiento instruido por la Fiscalía del Tribunal
Supremo del gobierno franquista. Un gran sumario con el objetivo de depurar
responsabilidades políticas por las actuaciones de personas e instituciones
republicanas durante la Guerra, en busca de los hechos delictivos que se habían
cometido durante la “dominación roja”. La
Justicia Militar se extendió por todos los pueblos del Estado. Durante los
primeros meses se instruyeron miles de procedimientos sumariales, miles de
personas fueron encarceladas y miles ejecutadas. La
información se distribuía
en once apartados:
Alzamiento, Ejército rojo,
Cárceles y sacas, Checas, Justicia roja,
Prensa, Actuación de las
autoridades, Delitos contra la
propiedad, Banca, Persecución
religiosa y Tesoro
artístico y cultura roja. La investigación se dio por finalizada en 1946, y se cerró
oficialmente en 1969 a través del Decreto 10/1969 de 31 de marzo.
En 1954 toda la documentación de la Causa General
fue traspasada al Ministerio de Justicia donde permaneció hasta 1980 que fue
depositada en el Archivo Histórico Nacional. Desde 2011, la Causa General se
aloja en el Centro Documental de la Memoria Histórica de Salamanca,
la mayoría de los archivos están digitalizados y se pueden consultar a través
del Portal de Archivos Españoles (PARES). No
es fácil moverse por estos archivos. Comienzo por poner en el buscador el
nombre del abuelo. Ningún resultado encontrado, así que escribo “Torrubia del
Campo” y se abre una ventana donde se muestran los
archivos y las ubicaciones en los que se han encontrado unidades que coinciden
con este nombre.
Elijo
el archivo de la Fiscalía del Tribunal Supremo y selecciono “Partido Judicial de Tarancón (Cuenca), FC-CAUSA_GENERAL,1063, Exp.5, 1940 / 1944”. Se abre un listado con las características
del archivo, entre ellas el alcance y contenido de archivo. En este caso el
detalle es el siguiente:
- Relación de localidades del partido judicial de Tarancón.
- Oficios.
- Estado nº1: relación de personas residentes en este término municipal, que durante la dominación roja fueron muertas violentamente o desaparecieron y se cree fueron asesinadas.
- Estado nº2: relación de cadáveres recogidos en este término municipal, de personas no reconocidas como residentes en él, que sufrieron muerte violenta durante la dominación roja.
- Estado nº3: relación de tormentos, torturas, incendios de edificios, saqueos, destrucciones de iglesia y objetos de culto, profanaciones y otros hechos delictivos que por sus circunstancias, por la alarma o el terror que produjeron deban considerarse como graves, con exclusión de los asesinatos, que fueron cometidos en este término municipal durante la dominación roja.
- Informes del Ayuntamiento.
- Declaraciones de testigos.
- Extractos de sumarios seguidos por la Fiscalía Jurídico Militar de la Primera Región.
- Certificaciones.
Compruebo que
figura documentación de Torrubia del Campo y el número de páginas en que
se encuentra. Ahora solo tengo que seleccionar visualizar imágenes y
buscar … Es duro enfrentarse a la visión de
estos documentos. Da igual que se conozca a las personas que figuran en
ellos o no. Pueblo por pueblo, las listas de acusados son interminables,
las denuncias practicadas contra ellos parecen de ciencia-ficción.
Mi ojos recorren impacientes los listados de denunciados. Reviso el Estado número 3 “Relación
de tormentos, torturas, incendios de edificios, saqueos, destrucciones
de iglesias y objetos de culto, profanaciones y otros hechos delictivos
que por sus circunstancias, por la alarma o el terror que produjeron,
deban considerarse como graves, con exclusión de los asesinatos que
fueron cometidos en este término municipal durante la dominación roja”.
El listado está lleno de
nombres y acusaciones variopintas. Allí, con una letra mecanografiada
menuda y en tonos morados, encuentro el nombre del abuelo: Arturo Torres
Barranco. El hecho delictivo que se le imputa: “Durante
la guerra se incautó la horda marxista de las fortunas de los señores
que a continuación se relacionan, saqueó sus casas y hasta intentaron o
pensaron atentar contra la virtud de dos jóvenes hijas de un asesinado”.
"Intentaron o pensaron atentar". No
es que se tenga certeza del delito, tan solo se supone. Incluso se
supone lo que pensaba. Un tremendo odio y un hedor fascista emana de este
documento por cada una de las palabras. El documento está firmado por el alcalde de la localidad, Pedro Garrido, el día 28 de octubre de 1940.
El abuelo llevaba ya más de un año en la cárcel.
El abuelo llevaba ya más de un año en la cárcel.
DdA, IX/2.309


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